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La banca solicita el mismo trato contable para la renta variable que para la fija

Las cajas y los bancos consideran que los cambios contables aprobados por el Banco de España en 1994 en la cartera de renta fija son un precedente para que la autoridad supervisora admita que las plusvalías latentes compensen las minusvalías registradas en la cartera de renta variable.

Algunos bancos, y sobre todo las cajas de ahorros, han pedido al Banco de España que aplique el mismo tratamiento contable a la renta variable que el vigente en la actualidad para la renta fija. Estas entidades financieras consideran que el cambio de tratamiento de la renta fija producida en 1994, y que se plasmó en la Circular 6/1994 del Banco de España, que modificaba la Circular 4/1991, es un precedente que puede aplicarse a la petición que realizaron oficialmente el 19 de septiembre a la autoridad supervisora para la renta variable.

En su escrito a la autoridad supervisora, las cajas piden que las plusvalías latentes en su cartera de inversión ordinaria de renta variable (en la que se encuentran las participaciones estables que no superan el 3% del capital de una sociedad si ésta cotiza o del 20% si no cotiza) "puedan netearse con las minusvalías existentes y, por tanto, compensen las pérdidas registradas en esta cartera y que deben provisionarse trimestre a trimestre", explican fuentes financieras.

Así, mantienen que el Banco de España optó por cambiar el tratamiento contable de la renta fija con la creación de una nueva cartera, la de inversión a vencimiento. Además modificó los criterios y técnicas de contabilización de los saneamientos en el caso de la cartera de inversión ordinaria.

De hecho, con la modificación contable de esta última cartera de inversión ordinaria el Banco de España admitió la compensación de las minusvalías en renta fija por las plusvalías que pudieran existir en otros valores, pudiéndose llevar la totalidad de los saneamientos netos a una cuenta activa (recursos propios), en lugar de a resultados.

El Banco de España justificaba este cambio en los bruscos movimientos contables que tuvieron lugar en los primeros años de la década de los noventa como consecuencia de la fuerte movilidad de las cotizaciones de los valores de renta fija, y en particular de la deuda pública.

Los bancos y las cajas de ahorros (de forma más contundente) consideran que se dan las circunstancias para que el Banco de España estudie un cambio similar en la renta variable.

Las entidades financieras entienden que la negativa evolución de los mercados, y sobre todo de la Bolsa, a lo largo del último año y medio está afectando negativamente a sus cuentas de resultados, razón por la que reclaman estos cambios. A ello se une, según han explicado al Banco de España, el hecho de que consideran que esta negativa situación de los mercados es coyuntural y no representa la realidad económica de la entidad financiera, ya que las minusvalías no existen, puesto que no se ha realizado una venta de los títulos.

Los argumentos de las cajas también son defendidas en un estudio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) del 18 de septiembre.

Según AFI, "el más que probable negativo impacto de las caídas en Bolsa sobre las cuentas de resultados de las entidades financieras españolas se va a ver agravado por unas normas de contabilización que, en el caso de la cartera de inversión ordinaria de renta variable, incorporan un tratamiento asimétrico muy penalizador, comparativamente con el tratamiento dado a la cartera de inversión ordinaria de renta fija". AFI añade que ese tratamiento asimétrico de la cartera de renta variable rompe el principio básico de las estrategias de diversificación y consideración global de riesgos, asumidas como las más sensatas desde la perspectiva de la gestión de carteras.

La argumentación de AFI va más lejos, al recordar que el nuevo acuerdo de capital de Basilea II descansa, a efectos del cómputo de riesgos globales, y consiguiente requisito de recursos propios, en esa consideración de cartera incluso entre diferentes categorías de activos financieros. Un segundo argumento que las cajas justifican para su petición, y que también recoge AFI, es el trato de favor, y por lo tanto, de "agravio comparativo" que se da a la inversión en acciones en forma indirecta, es decir, mediante la creación de corporaciones, fondos o sociedades de inversión, frente a la cartera ordinaria de renta variable.

Según entienden estas entidades financieras, estas corporaciones no son objeto de saneamiento frente a precios de mercado, por lo que se está fomentando la creación de este tipo de vehículos simplemente como forma de darle la vuelta a la contabilización de la renta variable.

Fondo estadístico

Pero mientras que el Banco de España estudia esta petición (ya ha empezado a llamar a algunos bancos y cajas para conocer el impacto nega-tivo en sus cuentas de la crisis de los mercados), el gober-nador Jaime Caruana ha deci-dido aplazar para el próximo trimestre, es decir, para primeros de 2002, un nuevo análisis del impacto del Fondo de Cobertura Estadística para Insolvencias (Foncei).

El Banco de España, tras la nueva petición de los bancos y la actual situación de los mercados, había decidido estudiar el impacto del Foncei en la cuenta de resultados de la banca para decidir si suavizaba esta medida a través de una compensación con las provisiones genéricas. Pero al final ha optado por no modificar este fondo y volver a analizar su impacto y posible cambio una vez presentadas las cuentas de 2001.

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