El fin de las subvenciones a los frutos secos siembra la incertidumbre en Almensur

El grupo Almensur, constituido por las cooperativas Almendrera del Sur y Almendras de Andalucía, cierra la campaña de 2001 con la incertidumbre por la finalización de las ayudas comunitarias, que durante los últimos 10 años han cubierto casi el 100% de los gastos de mantenimiento de las explotaciones (abonado, poda y laboreo).

Almensur es la principal productora y comercializadora de almendras de la comunidad andaluza, con una producción estable de 20 millones de kilos, únicamente sometida a las fluctuaciones que provoca la climatología, y ventas de 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) en 2000 que se esperan volver a repetir este ejercicio.

Para los socios de Almen-sur, que empezaron a percibir ayudas en 1991, éste será el último ejercicio que contará con fondos comunitarios. Las movilizaciones llevadas a cabo por el sector en los últimos meses han conseguido arrancar a la Unión Europea el compromiso de establecer nuevas subvenciones, pero aún no han sido determinadas.

"Y lo que está claro es que el sector de la almendra no se puede mantener sin las ayudas", según Francisca Ríos, directora administrativa de Almensur.

La inviabilidad de este sector obedece a las características de las explotaciones situadas habitualmente en tierras montañosas, poco fértiles e inútiles para otros cultivos. Esta característica ha impedido que se introduzca la mecanización y otras mejoras, "por lo que la mano de obra representa el 70% de los costes".

Almensur se ha sometido a una profunda modernización en la última década, con inversiones de 700 millones de pesetas (4,2 millones de euros) que le han permitido acceder al mercado exterior, donde comercializa entre el 30% y el 40% de la producción.