_
_
_
_

Vivendi compensó con 14.000 millones a Esther Koplowitz

Vivendi pagó 14.000 millones de pesetas a Esther Koplowitz, además de los 116.000 millones que abonó inicialmente, por el 27,7% de FCC como consecuencia de la buena evolución de la acción tras el pacto, cerrado en octubre de 1998. Con este pago adicional, realizado en 1999, la multinacional igualó la cantidad desembolsada en su día por Esther para comprar las acciones de su hermana Alicia en el grupo.

La multinacional francesa Vivendi pagó 14.000 millones de pesetas (84,14 millones de euros) adicionales a Esther Koplowitz por el 27,7% de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), un paquete que adquirió el 6 de octubre de 1998, hace ahora tres años. Inicialmente, la multinacional francesa desembolsó 116.480 millones de pesetas (700 millones de euros), a un precio de 7.000 pesetas (42,07 euros) por acción. Después de esta compra, FCC dividió el valor de sus aciones por dos.

Cuatro meses antes, Esther había comprado el 28,5% del grupo constructor y de servicios a su hermana a un precio de 7.840 pesetas por acción (47,12 euros). El desembolso total por el paquete había sido de 130.456 millones de pesetas, es decir 14.000 millones de pesetas más que la cantidad recibida de Vivendi.

Sin embargo, el acuerdo entre la actual accionista de FCC y su socio francés establecía un mecanismo para compensar a la vendedora en función de la evolución de la cotización en los tres años siguientes a la compra.

Fuentes cercanas a Esther Koplowitz afirman que recibió los 14.000 millones en los primeros meses de 1999, debido a que, tal y como establecía uno de los mecanismos de compensación pactados, la acción cotizó por encima de 7.840 de pesetas durante cierto periodo a lo largo de un trimestre.

El pacto preveía otra fórmula para compensar, según las informaciones facilitadas en el momento de la compraventa por el entorno de Esther. æpermil;ste consistía en analizar los 45 mejores días de cotización de cada semestre. Si se superaban las 7.000 pesetas por acción, Vivendi se comprometía a pagar la diferencia a Esther, con un tope de 7.840 pesetas por título.

La entrada de Vivendi en FCC llevó aparejado un acuerdo estratégico entre los dos accionistas principales que implicaba la continuidad del equipo directivo y de la línea estratégica seguida hasta ese momento, y la imposibilidad de desmembrar las sociedades filiales que desarrollan actividades de construcción, cemento y servicios.

Ambos socios definían como campos prioritarios de actuación los servicios y, más concretamente, el agua, los residuos, la energía y el transporte. Para conseguir fondos para desarrollar estos negocios se preveía la venta del 49% de la filial de construcción y de la mayoría de la filial inmobiliaria mediante una OPV o un acuerdo con un tercero. Asimismo, FCC se comprometía a adquirir el negocio de agua y residuos de Vivendi en España por unos 53.000 millones de pesetas. Posteriormente, la Comisión Europa impidió a FCC comprar la actividad de residuos para preservar la competencia.

Tres años después, FCC y Vivendi han agrupado al 50% sus negocios de aguas y residuos en Latinoamérica y han puesto en común sus intereses en el sector del transporte en España. El negocio inmobiliario fue fusionado con el de Caja Madrid para crear Realia. Su salida a Bolsa está pendiente.

Sin embargo, y tras un intenso debate, FCC ha renunciado a vender la filial de construcción, que a partir de ahora será potenciada para aprovechar el plan de infraestructuras puesto en marcha por el Gobierno. La entrada en el sector de las telecomunicaciones se hizo a través de Xfera, aunque el presidente de FCC ha declarado esta inversión no estratégica.

Archivado En

_
_