Peres defiende a Arafat y critica los planes contra el líder palestino
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Simón Peres, atacó ayer a quienes en su país proponen exiliar o matar al líder palestino Yasir Arafat y aseguró que es el único interlocutor válido para su país en el proceso de paz con el pueblo palestino.
"Digamos que lo asesinamos (a Arafat). ¿Qué pasa después?", se preguntó Peres en una entrevista con el periódico Yedioth Ahronoto". A pesar de todas las críticas que se puedan hacerle, es el único palestino que reconoce el mapa en el cual Jordania e Israel existen", dijo de manera vehemente.
A su juicio, la desaparición de Arafat abre el camino para un liderazgo de grupos más radicales. "En lugar de él, estará Hamas, la Yihad o Hizbollah. Ellos quieren establecer un país entre Irak y el mar", explicó. El periódico aseguro que Peres está "convencido" de que el segundo jefe del ejército israelí, Moshe Yaalon, había decidido "liquidar a Arafat", pero el ministro de Exteriores lo negó y dijo que no era "verdad" que hubiese hecho esa acusación.
Más adelante, en el curso de su conversación con los periodistas del periódico, Peres dijo que "Arafat quiere ser aceptado en Occidente. Quiere abandonar el terror en algún punto", algo que no es el caso para los grupos como Hamas, la Yihad y Hizbollah, opinó el ministro, hoy enfrentado al ala ultraortodoxa del Gobierno de coalición presidido por el primer ministro, Ariel Sharon.
Ayer, sin embargo, las posibilidades de una flexibilización de posiciones se hizo más difícil, después del atentado terrorista de la Yihad en el centro de un barrio de Jerusalén. Tampoco ayudaron los enfrentamientos registrados entre ciudadanos árabes israelíes y la policía, en el primer aniversario de la muerte de 13 personas en la zona norte del país.
Cientos de jóvenes arrojaron piedras a la policía israelí en la ciudad árabe de Umm al-Fahm, lo cual fue respondido por los efectivos de seguridad con gases lacrimógenos y cargas contra los manifestantes. En Nazaret también se registraron disturbios. Los actos públicos comenzaron a las 10 de la mañana con un minuto de silencio en todas las localidades árabes de Israel y luego tuvieron lugar marchas de recuerdo hacia los cementerios donde fueron enterradas las 13 víctimas de la represión del año pasado.
Arafat no comentó ayer el atentado con un coche bomba en Jerusalén.