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Andalucía inicia una campaña para liderar el mercado mundial del aceite

La crisis que vive el mercado español del aceite de oliva está siendo conducida por la mayor productora nacional, Andalucía, con soluciones imaginativas: iniciará una campaña sostenida de promoción del aceite y un gran pacto nacional con otras Administraciones, empresas, productores, cooperativas y organizaciones agrarias. El objetivo es liderar la producción (ya lo hace), comercialización y calidad del aceite de oliva a escala mundial.

Sólo la provincia de Jaén produce la mitad del aceite de oliva de España, a su vez, primera productora mundial. Si a la cosecha jienense unimos la de otras provincias andaluzas, el resultado se dispara hasta, por ejemplo, las 853.240 toneladas generadas el pasado año: casi el 90% del total nacional. Tales razones confieren a la comunidad andaluza autoridad suficiente para encabezar una reivindicación permanente del aceite de oliva español, "cuya calidad ha sido recientemente puesta en duda, tanto en mercados nacionales como internacionales", explica el consejero agrario Paulino Plata, tras la crisis del benzopireno.

A esa faena se empeñó Andalucía el pasado lunes en Madrid cuando convocó a su elenco de notables para arrancar adhesiones al Manifiesto en defensa del olivar y del aceite de oliva y para "iniciar las actuaciones pertinentes que constituyan una promoción continuada del aceite", explicó el consejero Paulino Plata. El documento ha sido suscrito por escritores, actores, periodistas, toreros, futbolistas, principalmente de Andalucía.

Copar los mercados

Paulino Plata concluyó que España y Andalucía deben liderar la producción (ya lo hacen), la comercialización y la calidad del aceite de oliva a escala mundial en un periodo máximo de 10 años. La Consejería de Agricultura tiene previsto para ello tomar la iniciativa en la concepción de un gran pacto con otras Administraciones, productores, cooperativas y organizaciones agrarias para lograr el ansiado liderazgo.

La alternativa será sufrir, cada campaña, los rigores de un mercado absolutamente acogotado por la abismal diferencia entre la producción real española y la cantidad con derecho a ayudas comunitarias. Los expertos sostienen que sólo en campañas con precios por los suelos el comercio gozará de un cierto dinamismo. Es el caso de la actual: los precios medios en origen del aceite han caído 100 pesetas desde la última normalización del mercado en la campaña 98-99. Como consecuencia algunos indicadores registran cifras espectaculares: las ventas interiores y exteriores se cerrarán este año con cantidades históricas, pero pese a estos aumentos el valor de las ventas fue un 18% menor en la última campaña.

Y la situación dista mucho de mejorar, pues, según datos del Comité Oleícola Internacional, la producción anual media española crecerá un 23% hasta 2008. Es decir, que cosechas de 1,3 millones de toneladas van a recibir penalizaciones de casi un 50%. Así, el precio del aceite de oliva español tendrá que ser unas 100 pesetas más caro que el italiano, el griego, el portugués o el francés, ya que estos países suelen cobrar la ayuda íntegra (220 pesetas por kilo).

 

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