Foncillas asume todo el poder en Dragados y abre el camino a una fusión
Santiago Foncillas, presidente de Dragados, se hizo ayer con todos los poderes ejecutivos en el grupo constructor tras propiciar la salida del hasta ahora vicepresidente y consejero delegado, Eloy Domínguez-Adame. Foncillas, tras pactar con Emilio Botín apoyarle en su pulso con José María Amusátegui y su salida del consejo del Santander Central Hispano a cambio de ser ratificado como presidente de la constructora, toma el mando en una nueva etapa que estará marcada por las fusiones. La reactivación de la negociación con Sacyr se da por segura en fuentes cercanas a Dragados.
Mes y medio después de ser ratificado co-mo presidente de Dra-gados por el presidente del Santander Central Hispano, Santiago Foncillas ha logrado hacerse con todos los poderes ejecutivos del segundo grupo constructor y de servicios de España. Para ello, Foncillas ha propiciado la salida del hasta ahora vicepresidente y consejero delegado, Eloy Domínguez Adame, que ayer presentó su dimisión al consejo, y ha establecido una nueva estructura en la que asume la presidencia ejecutiva, desde la "que fijará las directrices estratégicas y controlará la eficiencia de su aplicación". Desaparece la figura del vicepresidente y consejero delegado y se crean dos nuevas direcciones generales, de las que dependerán las cinco filiales del grupo: construcción, concesiones, inmobiliaria, servicios e industria.
La primera dirección general estará dirigida por Demetrio Ullastres, presidente de la filial de construcción, y englobará a ésta, la de concesiones y la actividad inmobiliaria. La segunda dirección, capitaneada por Antonio García Ferrer, hasta hora director de edificación, agrupará las filiales de servicios (Urbaser) e industria.
Además se crea un nuevo departamento de staff corporativo, que dependerá de la presidencia y le apoyará en sus funciones.
El golpe de mano de Foncillas crea una estructura que facilita una hipotética fusión porque evitaría redundancias en la alta dirección. De hecho, fuentes cercanas a Dragados afirman que se han reactivado las fracasadas negociaciones con Sacyr de hace una año y que incluso se han culminado nuevos estudios de valoración.
Otras fuentes sostienen que el BSCH y Dragados mantuvieron sin éxito este verano conversaciones para integrar la constructora con ACS. La negociación, según fuentes solventes, fue impulsada por Domínguez- Adame y bloqueada por Foncillas y el banco ante la crítica situación de Xfera, donde ACS tiene el 20%.
El anterior intento de acuerdo entre Dragados y Sacyr, gestado por el propio Foncillas, fue abortado a última hora por Ángel Corcóstegui. En ese pacto, la presidencia de la nueva Dragados quedaba en manos de Foncillas, mientras que el puesto de consejero delegado, ahora vacante, iba a parar a manos de su socio.
Domínguez-Adame, que continúa como copresidente de Aurea, fue nombrado vicepresidente de Dragados en 1998. Previamente, en 1997 había sido designado consejero delegado. En estos años ha llevado a cabo el saneamiento del grupo, y ha abordado una etapa de crecimiento y diversificación. El consejo celebrado ayer también aprobó la dimisión de los consejeros Enrique Du-rán y Manuel Romillo, antiguos directivos. Previsiblemente, el SCH designará tres nuevos consejeros.
El relevo de Domínguez-Adame coincide con un cambio en la presidencia de otra de las empresas punteras del grupo industrial del SCH, Vallehermoso. Antonio Amusá-tegui, hermano gemelo de José María Amusátegui, será sustituido por Rodrigo Echenique en el próximo consejo de la empresa.
Un sector a la espera de un nuevo proceso de concentración
Las siete grandes constructoras trabajan en los últimos meses con el convencimiento de que se producirá en breve un nuevo proceso de concentración que podría dar lugar a la creación de al menos dos grupos con más de un billón de pesetas de facturación, una dimensión suficiente para abordar grandes obras en toda la Europa del euro.
Dragados, ante la incertidumbre sobre la vocación de permanencia en el capital del victorioso Emilio Botín, está en el punto de mira de prácticamente todos sus competidores.
ACS, según diversas fuentes del sector, lo intentó el verano pasado sin éxito. Y el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino hijo, en su primer acto público desde que ocupa el cargo, hace poco más de un año, se declaró dispuesto y capaz de comprar el 20% del banco.
En los últimos meses ha habido insistentes rumores sobre esta boda, que Ferrovial niega, aunque su alta dirección confía en llevar a cabo. Acciona tiene mucha liquidez y ha manifestado en su junta general de accionistas que desea hacer una gran operación de compra si surge la oportunidad. Dragados está entre sus objetivos, al igual que pueden estarlo ACS o FCC Construcción si finalmente se vende.
Sacyr, la más pequeña de las siete, pero la más rentable, alcanzó hace un año un acuerdo de fusión con la constructora del Santander Central Hispano, apadrinada por el propio Foncillas. La operación desencadenó una fuerte crisis en el seno del banco que por entonces copresidían Emilio Botín y José María Amusátegui. Este acuerdo Dragados-Sacyr puede resucitar en cualquier momento.
FCC quiere mantener por ahora el 100% de su filial constructora, pero los competidores que tienen más liquidez están dispuestos a proponer una compra o una fusión.