Europa reafirma su apoyo a la iniciativa de Washington
La reunión celebrada ayer en Bruselas entre el vicesecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, y los ministros de Defensa de la OTAN sirvió para confirmar la necesidad de una estrecha colaboración en materia antiterrorista, especialmente en lo referido a compartir información e inteligencia. Sin embargo no quedó claro si se iba a hacer efectivo el artículo 5 del Tratado de Washington, invocado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte un día después de los atentados terroristas.
El comunicado de la OTAN afirmaba que "si se establecía que los ataques se originaron en el exterior, serían considerados como un ataque contra todos los aliados del Tratado del Atlántico Norte, lo cual daría lugar a una respuesta colectiva".
A pesar de ello, los ministros esperaban una argumentación convincente por parte del vicesecretario de Defensa para demostrar que el ataque provenía de Afganistán y descartar el sí del artículo 5.
Al final no hubo un acuerdo sobre este asunto, y en la rueda de prensa posterior a la reunión, Paul Wolfowitz señaló que el artículo 5 es una base muy poderosa para que Estados Unidos pida contribuciones individuales a los aliados. A pesar de ello, confirmó que no había hecho ninguna petición concreta a la alianza y precisó que si Estados Unidos necesita "una acción colectiva aliada, lo pedirá a su debido tiempo".
Funcionarios de la OTAN recalcaron que creían "extremadamente improbable que la complicada maquinaria de la alianza pudiera utilizarse para una respuesta militar conjunta".
El secretario general de la OTAN, George Robertson, dijo que el principal objetivo de la reunión había sido fortalecer la cohesión, la cooperación y la solidaridad de la OTAN en la lucha contra el terrorismo y en que en ningún momento se había hablado de "una acción militar conjunta".
Un funcionario estadounidense que viajó en la delegación de Wolfowitz señaló al final del encuentro con los periodistas que "el principal mensaje que éste había transmitido a los aliados era que su papel no tendría que ser directamente militar, sino de espionaje, cooperación policial y ayuda para combatir las organizaciones terroristas. Si se pone en marcha una campaña militar, un objetivo primordial sería obtener más información".