Miles de manifestantes queman la que fue sede de EE UU en Kabul
Una manifestación de miles de ciudadanos afganos partidarios del régimen de los talibán quemaron ayer la antigua sede de la Embajada de Estados Unidos en Kabul.
"¡Muerte a Bush!", coreaban los manifestantes, enfurecidos por la amenaza de un ataque militar estadounidense contra Afganistán, en represalia por los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington. El Gobierno del presidente George Bush culpa de estas acciones a Osama Bin Laden, el millonario saudí que se supone refugiado en Afganistán y protegido por el Gobierno de Kabul.
El edificio, abandonado en 1989 por los representantes diplomáticos de Washington, después de que los soviéticos abandonaran el territorio afgano, fue asaltado por manifestantes armados con palos, que saltaron la pared que rodea la embajada. Luego entraron en el recinto y, tras apedrear el edificio, lo saquearon y arrancaron una placa del escudo estadounidense mientras incendiaban varios vehículos. El fuego se propagó a varios de los edificios de la sede diplomática, en la que, al parecer, no se hallaban los empleados afganos encargados del mantenimiento del edificio.
Según testigos presenciales, gran parte de los manifestantes eran estudiantes y funcionarios públicos que han secundado esta protesta de apoyo al régimen de los talibán, y que se considera la más grande convocada en el país en los últimos tiempos.
Francotiradores
Por su parte, la oposición afgana a los talibán dijo ayer que el Gobierno está tratando de movilizar a unos 100.000 voluntarios y reservistas. La Alianza del Norte, que combate en las montañas del norte del país contra las tropas oficiales, dijo que se busca emplear a esa nueva fuerza en la defensa antiaérea y como francotiradores que puedan impedir una invasión de Estados Unidos y sus aliados.
Las milicias de "defensa nacional" que organizan los integristas islámicos cuentan en sus filas con veteranos preparados para una guerra de posiciones en las difíciles áreas montañosas del país de Asia Central. La Alianza, sin embargo, ya está llevando adelante una importante ofensiva dividida en varios frentes, pero con una actividad bélica destacada en las provincias del norte. Ayer, fuentes de esta facción dijeron que sus tropas se encuentran a sólo 25 kilómetros de Talukán, capital de Tajar, arrebatada a sus fuerzas por los talibán el año pasado.