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COYUNTURA ECONâMICA

Schröder pide más sincronía del BCE y la Reserva Federal

En vísperas de una nueva reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que tendrá lugar hoy en Francfort, el canciller alemán, Gerhard Schröder, felicitó ayer a la autoridad monetaria por su bajada de medio punto en los tipos de interés el pasado 17 de septiembre. Y a continuación pidió una ulterior cooperación con la Reserva Federal estadounidense. Ello puede interpretarse como una elegante invocación a seguir abaratando el dinero, una posibilidad que incluso el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, no quiso descartar ayer.

Welteke no excluye un nuevo movimiento de tipos si las perspectivas de crecimiento se siguen deteriorando. Lo que repercutiría en una menor inflación, según manifestó en una entrevista al diario Handelsblatt, que, sin embargo, no lo cita textualmente en este punto.

También en conversación con el Financial Times Deutschland, el presidente del Bundesbank subrayó esta relación entre la posibilidad de que la "coyuntura evolucione peor de lo esperado" y un menor ritmo de crecimiento de los precios. Una argumentación similar había sido utilizada por el BCE, cuando, sorpresivamente, bajó su tipo director de interés en medio punto, hasta el 3,75, el pasado 17 de septiembre, día de la reapertura de Wall Street tras los atentados terroristas.

Aunque evidentemente accidentada en su puesta en práctica, la decisión del BCE en esa ocasión fue concertada con la Reserva Federal estadounidense y otros bancos centrales, que también bajaron tipos. Esta coordinación de las autoridades monetarias internacionales una vez más fue saludada ayer por Schröder, quien, en una intervención en el debate presupuestario del Parlamento germano, afirmó: "Sólo pue-do aconsejar que sigan por este rumbo".

Moderado optimismo

Schröder resaltó que "todo indica" que Alemania, la mayor economía de la zona euro, "el próximo año crecerá a un ritmo decente", y citó como prueba de su optimismo el hecho de que la inflación volvió a caer al 2,1% en septiembre, según datos preliminares del Bundesbank (2,6% en agosto).

Aunque Schröder no hiciera referencia explícita a ellos, también otros indicadores -como una mejora en las expectativas futuras de los empresarios, constatada por el instituto Ifo- indican que la economía alemana, al menos antes de los atentados del 11 de septiembre, estaba en proceso de recuperarse de su evidente bajón.

En el segundo trimestre del año, Alemania no creció en absoluto respecto al periodo inmediatamente anterior -aunque sí en la comparación interanual, 0,6%-. Este estancamiento probablemente será evidente también entre julio y septiembre. De ahí en adelante, en principio, todo deberían ser ganancias. "Hay buenas posibilidades de que ya en el cuarto trimestre volvamos a ver crecimiento", dijo Ernst Welteke.

La lectura de la oposición conservadora, sin embargo, es diametralmente opuesta, según quedó evidente ayer tras sus nuevos ataques al ministro de Finanzas, Hans Eichel, por no soltar amarras fiscales en un momento tan crítico para la economía internacional.

Eichel contraatacó afirmando que su política de contención del gasto público es una condición necesaria para eventuales nuevas bajadas de tipos por el BCE.

El ministro defendió su decisión de renunciar a un ajuste presupuestario para recaudar 1.500 millones de euros para la lucha antiterrorista, y, en vez de ello, financiar esta suma a través de subidas de los impuestos sobre el tabaco y los seguros.

 

Suavizar el secreto bancario

Los tres máximos responsables políticos de la economía alemana -el canciller, Gerhard Schröder; el ministro de Finanzas, Hans Eichel, y el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke- pidieron ayer flexibilizar el secreto bancario para poder combatir más eficazmente el terrorismo internacional. "Yo entiendo que muchas personas lo vean como la Carta Magna de la seguridad interna. Pero eso no es así", sostuvo el canciller en su comparecencia ante el Parlamento.

En la misma dirección había apuntado el presidente del Bundesbank al señalar, entrevistado por Financial Times Deutsch-land: "Cuando las investigaciones por evasión de impuestos, narcotráfico o terrorismo terminan con la constatación: aquí comienza el secreto bancario, eso me cuesta entenderlo".

La semana pasada, el Gobierno había anunciado nuevas medidas contra el lavado del dinero, cuyos detalles aún son elaborados por Eichel. Actualmente, el secreto bancario no es inviolable en Alemania. Hay excepciones que permiten a las autoridades acceder a las cuentas.

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