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La Bolsa gana el 5,96%, la mayor alza en un día desde enero de 1999

El Ibex salió ayer del fango al subir un 5,96%, en línea con el resto de los mercados europeos y en consonancia con los primeros compases operativos de las Bolsas estadounidenses. Fue la mayor subida en un día desde enero de 1999. Entonces se celebró con entusiasmo la cotización de los mercados europeos en euros y la adaptación de muchas carteras a los valores más importantes del Euro Stoxx.

La reacción de ayer fue puramente técnica. Consideran los expertos que se estrecha el cerco contra los autores de los atentados terroristas cometidos el día 11 en Estados Unidos y que el escenario de la guerra ya está descontado.

Esta situación coincide con las recomendaciones de compra que han lanzado en las últimas 48 horas importantes firmas del mercado. La guru de Wall Street, Abbey Cohen, se pronunció ayer en la misma dirección al aconsejar un aumento de las posiciones en Bolsa desde el 70% anterior hasta el 75%. Antes lo han hecho los analistas de Crédit Suisse o los de ABN Amro, al recomendar sobreponderar los valores de telecomunicaciones, que fueron los que más bajaron antes de la crisis por los atentados.

Tras dos semanas de caída libre, los mercados europeos reaccionaron ayer fuertemente al alza. La calma relativa en Asia Central, a la espera de la respuesta militar de Estados Unidos contra Afganistán, y la apertura alcista de Wall Street atrajeron a los compradores en busca de buenas oportunidades.

La Bolsa española se situó en el pelotón de cabeza de las subidas. El Ibex se anotó en la sesión un 5,96%, la mayor subida desde enero de 1999, con lo que se aleja del mínimo de casi cuatro años. La gran banca, con avances superiores al 10%, y Telefónica fueron los artífices del rebote.

En las restantes plazas del continente, el signo de la sesión también fue positivo. Milán se anotó el mayor avance de la jornada, el 8,08%. Por su parte, la Bolsa de Francfort ganó el 6,64%; Londres, un 4,06%, y París, el 5,7%

Apertura alcista en EE UU

La mejoría de los futuros sobre los índices estadounidenses ya anticipaba una sesión de ganancias. La apertura alcista de Wall Street confirmó los mejores pronósticos. Al cierre de la mayor parte de las plazas europeas, el Dow Jones subía más del 3,5% y el Nasdaq, un 4%.

El nerviosismo, no obstante, siguió haciendo acto de presencia. La incertidumbre sobre el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán, donde EE UU desplegó ya las primeras tropas para un inminente ataque, así como los temores sobre el impacto de los atentados sobre la economía son todavía una pesada losa para el mercado.

La publicación de los indicadores avanzados en Estados Unidos, proyección de la actividad en los próximos meses, apenas si tuvo reflejo en el mercado, dado que se elaboró con cifras anteriores a los ataques. Más impacto tendrán en los próximos días otras referencias, como son el índice de confianza de los consumidores, el índice de gerentes de compras de Chicago y el dato definitivo de confianza económica de la Universidad de Michigan, que ya estarán afectados por los efectos del ataque.

A la espera de conocerse nuevos datos, los principales estrategas de las casas de Bolsa han variado su postura respecto a la renta variable. Para los expertos, los precios de las acciones reflejan un peor escenario macroeconómico. Además, dicen los más optimistas, las autoridades monetarias del mundo se han apresurado a acelerar las rebajas de tipos de interés después del atentado, lo que puede tener un impacto positivo en la economía a partir del próximo año.

En cualquier caso, la clave seguirá estando en los resultados empresariales. Incluso antes del día 11, se esperaba que los beneficios bajaran un 15% este trimestre. Ahora, las perspectivas son peores. Por ello, los analistas aconsejan prestar atención a las firmas con una posición más favorable. Empresas relacionadas con la salud, artículos de consumo y servicios financieros son algunos de los sectores preferidos por los expertos.

 

El volumen de negocio vuelve a los mejores niveles de hace dos años

Una de las grandes quejas de expertos e inexpertos, de profesionales, gestores, observadores y analistas ha sido la escasez de operaciones, fruto de la ausencia de inversores finales de la Bolsa.

En los últimos cuatro meses, los promedios de actividad diarios apenas han superado los 1.000 millones de euros, operaciones especiales incluidas. Las cosas en materia de actividad bursátil han cambiado, sin embargo, en los tres últimos días, justo cuando los precios de las acciones han alcanzado su nivel más bajo desde la crisis financiera del verano de 1998.

La cifra más abultada de este corto periodo de tiempo se registró el viernes, con cerca de 3.000 millones de euros intercambiados en la jornada. Ese día contó, no obstante, con la excepcionalidad del vencimiento de futuros, fecha que contribuye desde siempre al aumento de la volatilidad.

Desde un punto de vista puramente técnico, los 1.732 millones de euros negociados ayer tienen más consistencia que los promedios del viernes. Los expertos consideran que las valoraciones actuales del mercado son las adecuadas y que el riesgo de grandes descensos es cada vez menor.

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