Madrid considera inviable construir viviendas bioclimáticas
Los proyectos públicos de viviendas en España que han tratado de incorporar diversas soluciones de eficiencia energética han resultado un 10% más caros. A pesar de que los ahorros que generan las viviendas construidas según criterios bioclimáticos son sustanciales, al concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid, Sigfrido Herráez, no le salen los números cuando se pone en el lugar de los cooperativistas y promotores privados.
Viviendas del futuro: vivienda bioclimática y vivienda domótica" fue el título de las jornadas organizadas por la Asociación de Empresas Gestoras de Cooperativas, en colaboración con la Empresas Municipal de la Vivienda (EMV), que acogió la semana pasada el Museo de la Ciudad de Madrid.
Pero bajo estas científicas denominaciones simplemente se estaba hablando de la integración de varias soluciones para mejorar la eficiencia energética del mercado residencial, que, después del transporte, se erige en el principal consumidor de energía y emisor de gases de efecto invernadero. Soluciones que parten desde la correcta elección de los materiales según las peculiaridades climáticas de la localidad donde se va a construir, la orientación del edificio (para conseguir una temperatura interior constante), al sistema de volados y aislamientos (para evitar excesos de calor por insolación en verano), pasando por la instalación de paneles solares para el agua caliente sanitaria y de una red separativa de residuos sólidos, hasta la gran novedad de construir pequeñas centrales para calentar el agua de calefacción.
En España, todas las empresas públicas que han acometido proyectos de viviendas bioclimáticas admiten que responden sólo en parte a estos criterios. Los Ayuntamientos de Pamplona y de Barcelona se han mostrado especialmente activos, incluso modificando las ordenanzas para obligar a incorporar criterios de eficiencia energética en las viviendas de nueva construcción.
En Zaragoza, el Gobierno de Aragón se ha involucrado en el proyecto Parque Goya, un complejo residencial de 1.500 viviendas. El arquitecto de este proyecto, Teófilo Martín Sáez, afirma que "los incrementos del coste de construcción son del orden del 10%, que se amortizará en unos cinco años gracias a la subvención europea del programa Thermie". La arquitecta Margarita Luxán precisó que este incremento sólo repercutía en las zonas frías de nuestro país.
El Ayuntamiento de Madrid se ha sentido impelido a participar en la mejor integración de la vivienda con su entorno y, para ello, ha modificado parcialmente el proyecto de construcción de 5.000 viviendas del Ensanche de Vallecas, donde incluso se va a instalar una minicentral térmica para abastecerlas de agua caliente de calefacción.
Sigfrido Herráez Rodríguez, concejal de Vivienda de este municipio, presentó este proyecto bajo una perspectiva crítica: "La repercusión económica en los costes de construcción es mi gran duda, sobre todo cuando se trata de construcción privada, porque en vivienda pública yo, al menos, tengo subvencionado el suelo". Aunque reconoció que existe una demanda por parte de los compradores más jóvenes, en su opinión, "mientras se sigan vendiendo viviendas masivamente, nadie va a entrar en cuestiones cualitativas".
El concejal de vivienda se ensañó especialmente con las compañías eléctricas, por su "evidente falta de interés en el avance del aprovechamiento de la energía solar", para agregar que no era partidario de desarrollar esta tecnología mediante subvenciones.