La industria reprográfica copiará la campaña de recuperación de móviles
La campaña Tragamóvil para la recogida selectiva y reciclado de los teléfonos móviles obsoletos y sus baterías, que promueve desde este año la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (Asimelec), quiere trasladarse ahora a las impresoras, fotocopiadoras, faxes y equipos reprográficos en general que desechan las oficinas.
José Pérez García, director general de Asimelec, asegura que realizarán una experiencia piloto a nivel nacional en el primer trimestre del año que viene, aunque no espera que tenga "tanta repercusión" como Tragamóvil, porque, "lógicamente, se dirigirá más a sensibilizar a las empresas que al público general". Asimelec representa a 26 empresas de reprografía, entre ellas, las filiales de Canon, Xerox, Minolta, Oki, Sharp, Panasonic, Olivetti, Hewlett-Packard o Philips.
La iniciativa de los seis fabricantes de equipos de telefonía móvil (Nokia, Panasonic, Philips, Nec, Siemens, Samsung y Trium) está teniendo amplia repercusión social. De hecho, Tragamóvil concentró sus esfuerzos en los seis primeros meses del año en la Comunidad de Madrid, dado que es la región española que más residuos de este tipo genera. Se recuperaron aquí 7 toneladas de material a través de una red de 60 puntos de recogida, entre los que destacan la red de tiendas de Airtel, Amena y Payma. En julio se extendió la campaña al territorio nacional y en sólo dos meses se recuperaron 18 toneladas más.
Se reciclan en la planta de Indumental Recycling en Erandio (Bilbao), que, según José Pérez, es la única con capacitación técnica en España para ello. Sólo las baterías de níquel, cadmio y litio se llevan a Francia. José Pérez insiste:"Es importante estudiar los costes de la recuperación cuando la regulación legal es inminente". Los fabricantes de móviles han concluido que su correcto tratamiento supone 25 pesetas como promedio, cantidad que cabe repercutir en el precio de venta de los equipos.