Monti admite que EDF entre en Cantábrico a cambio de la interconexión
La entrada de æpermil;lectricité de France en la compañía asturiana Hidroeléctrica del Cantábrico permitirá a la Comisión Europea, una vez más, forzar la interconexión entre Francia y sus países vecinos. La autorización, prevista para mañana, de la oferta pública de adquisición lanzada por Ferroatlántico y Energie Baden-Wütemberg (EnBW), empresa controlada por EDF, sobre la eléctrica española, sólo será posible si París se compromete a mejorar la interconexión con España a través de los Pirineos. Se trata de una vieja demanda de las compañías españolas, cuya único acceso al mercado continental, aparte de Portugal, es a través de la red francesa.
Francia deberá plasmar por escrito su propuesta de multiplicar por cuatro la potencia de interconexión con España en el plazo de 10 años. El Gobierno galo ha ofrecido esa concesión a Bruselas para superar cinco meses de escrutinio en la entrada de EDF en España.
La capacidad de interconexión entre los Estados miembros de la UE es muy escasa (entre 1.000 megavatios, como es el caso de la frontera hispano-gala y 7.000 megavatios), dificultando la creación de un mercado único de la electricidad. La interconexión, antes de la liberalización y la integración de los mercados, sólo tenía como finalidad garantizar el suministro energético en toda la UE en caso de una avería o emergencia.
Mercado único
La comisaria de Energía, Loyola de Palacio, considera prioritario integrar las 15 redes eléctricas nacionales para crear un mercado único del sector. Francia constituye una pieza fundamental para que todo el mercado encaje. El comisario Monti ya impuso a EDF, en marzo de este año, la licitación de 1.500 MW de los 2.000 MW que operaba en régimen de exclusividad en la interconexión con Reino Unido. Bruselas, de modo similar, acabó poco antes con los regímenes de interconexión restrictivos entre Alemania y los países escandinavos.
La entrada de EDF en Hidrocantábrico puede traducirse ahora en una mejora de la interconexión entre España y Francia. La Comisión no sólo impondrá el aumento de la potencia, sino que velará también para que el monopolio francés, propietario de la red gala y de los interconectores, no discrimine a las empresas que deseen exportar electricidad a España.