Chemical Business le añade color a Cuba
Manuel Martínez llegó a Cuba como respon-sable de expansión de una empresa de pinturas de Málaga. Su primer proyecto fue pintar la casa Pedroso, un hermoso edificio del Malecón, en la Habana, que entonces estaba en proceso de restauración.
Cuatro años después, la casa Pedroso sigue en obras y sin pintar, Manuel Martínez Sánchez ha tenido que independizarse -sus socios no pudieron resistir la lentitud de los negocios en Cuba- y la sociedad que fundó entonces, Chemical Business, se ha convertido en la primera empresa extranjera que elabora pinturas, detergentes y productos para higiene corporal en la isla caribeña.
En 1997 logró autorización del Gobierno cubano para una producción cooperada en la provincia de Pinar del Río con la Empresa Provincial de Industrias Locales, sociedad pública dependiente del Poder Local, denominación que reciben las Administraciones provinciales de Cuba.
Según lo previsto en la legislación cubana para la producción cooperada, Chemical Business proporciona la materia prima de importación, la tecnología y el asesoramiento técnico. El resto (personal, instalaciones, distribución y materias primas locales) corre a cuenta de la empresa pública. Martínez Sánchez reconoce que no ha sido fácil echar a andar: "La burocracia es infinita y el sen-tido del tiempo diferente", dice, "pero al final se sale". "Hay que pasar tres años muy malos, pero se consigue".
Las primeras pinturas salieron de la fábrica en septiembre de 1998. Eran apenas unas 80 toneladas. Ahora fabrica 300 toneladas anuales "y, lo más importante, podemos garantizar que no se interrumpirá el suministro y que los pagos son fluidos".
El ritmo de producción ha cobrado tal agilidad que Chemical Business se ha embarcado en nuevos proyectos: desde agosto pasado también elabora productos de higiene y cosmética personal, junto a detergentes domésticos.
Entre estos últimos, Manuel Martínez presume de haber sido el introductor del suavizante en las coladas cubanas. "Hicimos pruebas en ambiente real en una casa cerca de la fábrica y hubo revuelo de vecinos que pregun-taban qué era aquello que olía tan bien".
Actualmente, Chemical Bu-siness factura 60 millones de pesetas (360.607 euros) y cuenta con un único trabajador, el propio Manuel Sánchez. Sus proyectos a medio plazo, "sin prisas", advierte, son expandirse a las provincias de Matanzas, Villa Clara y Olguín, "porque es más fácil fabricar en otros lugares que distribuir la producción de Pinar del Río, dados los problemas que existen con el transporte". Las posibilidades de negocio son "tremendas, sólo hay una fábrica nacional de pinturas y casi todo son importaciones".
Tras su llegada a Pinar del Río, en 1997, Manuel Martínez también se ha convertido en un singular embajador de la pyme de Málaga. Desde hace dos años, y bajo auspicio de la Cámara de Comercio, se celebran encuentros empresariales en Pinar del Río; ha sido el impulsor del hermanamiento de la provincia cubana y Málaga y ha allanado el camino para la entrada de la cooperativa de la almendra Almensur y Multimuebles.