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Los nuevos gestores de Cita pactan con Altadis preparar la salida a Bolsa

Los nuevos gestores del grupo tabacalero canario Cita, encabezados por Francisco Javier Zamorano, han pactado con el grupo Altadis un nuevo estatus en las relaciones entre las dos empresas. Estas nuevas relaciones establecen la creación de una comisión paritaria que se encargará de profesionalizar la gestión y preparar la estructura de la compañía para sacarla a Bolsa en un plazo medio.

Afalta aún del cierre de los detalles del acuerdo final, fuentes cercanas al grupo Altadis aseguran que en esencia se ha tratado de buscar un consenso que permita una mayor profesionalización de la gestión.

Este principio de acuerdo establece la creación de una comisión en el consejo de administración que se encargará de ir preparando la compañía para facilitar su salida a Bolsa en el momento de mercado más oportuno. En principio no hay ningún plazo fijado para esta operación, pero ambas partes hablan de un plazo medio de 24 a 36 meses, siempre que la situación bursátil se encauce.

A pesar de que en la lucha entre tres de las ramas familiares propietarias de Cita y la encabezada por el hasta ahora presidente y consejero delegado, Enrique Hernandis (cada una dueña del 25% del capital del grupo), han existido momentos de tensión extrema, finalmente se ha logrado sosegar la situación y asegurar que la transición se haga de forma ordenada.

Como fruto de estos acuerdos, Enrique Hernandis se mantendrá en Cita como presidente del consejo de administración y su cuñado, Francisco Javier Zamorano, personalice el recambio generacional y pase a ocupar el puesto de consejero delegado.

La comisión prevista tendrá cuatro miembros. En ella estarán Hernandis y Francisco Javier Zamorano por parte de Cita y al menos José Antonio Hevia, consejero de la compañía, por parte de Altadis, que todavía no ha decidido quién será su segundo representante.

Los medios consultados en Altadis defienden que la compañía dirigida por Pablo Isla no ha tenido ningún papel activo en la resolución de la crisis. Aseguran que "los accionistas familiares nos presentaron un proyecto de acuerdo final sobre el que no teníamos nada que decir y que aceptamos plenamente en función del respeto que nos merece nuestro socio en el capital de Cita".

La tabacalera canaria tiene repartido su capital al 50% entre Altadis y una patrimonial controlada a partes iguales por las cuatro ramas de la familia Zamorano. Si bien una de las acciones de Altadis no tiene derecho de voto y la gestión recae siempre, de forma estatutaria, en manos de la familia.

Por contra, otros medios consultados aseguran que Altadis ha hecho valer de forma contundente su posición de accionista bisagra en el conflicto. Prueba de ello, explican, es que ha logrado de los nuevos gestores que se le reconozca su derecho de nombrar un vicepresidente.

El cierre aparente de la crisis, que no será definitivo hasta que todas las partes rubriquen un documento formal en el que está previsto que se recojan todas la peculiaridades del acuerdo alcanzado entre las familias, cumple los tradicionales objetivos que Altadis tenía para la compañía canaria.

Ya bajo la presidencia de César Alierta en la antigua Tabacalera -por aquel entonces enfrentada frontalmente con Enrique Hernandis por diferencias acerca de la gestión-, se reconoció que le interesaba sobre todo poner en su verdadero valor su participación a través de una colocación en Bolsa.

La tabacalera Cita es parte de un conglomerado industrial familiar con ramificaciones en los sectores de la hostelería, controla el hotel Bahía del Duque en Tenerife y tiene en proyecto la construcción de un gran complejo turístico en Cuba, distribución y alimentación, posee un manantial de agua en la isla de Tenerife y envasadoras de café.

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