Sharon impide el encuentro de Peres con Arafat y desata una crisis de Gobierno
La decisión del primer ministro israelí, Ariel Sharon, de aplazar de nuevo la entrevista entre el titular de Exteriores, Simón Peres, y el líder palestino, Yasir Arafat, ha provocado una grave crisis en su Gobierno de unidad nacional. Todos los ministros laboristas del Ejecutivo, sector dirigido por Peres, amenazan con abandonar el gabinete de coalición.
A riel Sharon había impuesto dos condiciones para autorizar el encuentro. Además de la "calma absoluta durante 48 horas" en los territorios ocupados por Israel en Gaza y Cisjordania, Sharon había exigido el arresto de Hatem Abayad, activista de Al Fatah sospechoso de la muerte de una mujer israelí el pasado jueves.
Fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) declararon que Abayad fue detenido e interrogado por orden de Arafat, pero ante la falta de pruebas fue puesto de nuevo en libertad.
Después de la prohibición, el ministro de asuntos exteriores, Simon Peres, pidió a sus colegas laboristas abandonar el Gobierno de unidad nacional. La ruptura definitiva está supeditada a una decisión del Comité Central del Partido Laborista, por lo que de momento Peres anunció la voluntad de "irse de vacaciones", un paso previo a dejar la coalición. "Todos los ministros laboristas respaldan la postura de Simon Peres y exigirán a Sharon que comience a negociar un alto el fuego con Arafat", dijo Efi Oshaia, coordinador laborista de la coalición parlamentaria gubernamental.
Mientras, la Autoridad Nacional Palestina condenó la decisión del primer ministro israelí. "El Gobierno israelí se comporta como una banda de mafiosos y no como gobierno responsable de un Estado", afirma un comunicado del ministro palestino de Información, Yasir Abed Rabo.
Sharon negó que hubiera prohibido la reunión con Arafat por las presiones del ala derecha del Gobierno, que le habrían amenazado con abandonar la coalición si permitía que comenzara la negociación de alto el fuego. Afirmó que antes de hablar con representantes de la derecha y la ortodoxia religiosa ya había anunciado a Peres la decisión.
Por su parte, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, pidió a israelíes y palestinos que tomen medidas para bajar la tensión y dijo que su país considera urgente que el encuentro se celebre.