Pujol critica la falta de "dedicación y tiempo" de Pischetsrieder a Seat

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, criticó ayer ásperamente la transitoriedad que, a su juicio, ha reinado en Seat bajo la presidencia de Bernd Pischetsrieder, quien hace dos semanas fue designado sucesor del presidente del grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch. Pujol se reunió ayer con ambos directivos en Alemania. No se habló de futuras inversiones, pero sí de mejorar la competitividad de la marca española.

Pujol remarcó que el gru-po Volkswagen aho-ra debería nombrar en Seat a un "presidente que se juegue el tipo" por la compañía y no tenga "limitaciones de tiempo y de dedicación", como le ha sucedido al ya pronto presidente saliente. "Pischetsrieder es un buen presidente, pero el hecho de que en el fondo estaba- llamado a asumir la dirección- de todo el grupo ha creado un cierto des-concierto. Se ha ocupado más de Volkswagen que de Seat, lo cual es lógico", polemizó Pujol.

Pischetsrieder asumió las riendas de Seat en 1999 y en abril de 2002 deberá suceder a Piëch, según se decidió hace dos semanas. "Hemos tenido una situación transitoria de la que nosotros no éramos conscientes, pero ellos sí, pues la jugada ya estaba planeada", insistió Pujol, antes de exigir que el próximo presidente de Seat "tiene que vivir en Barcelona o Cataluña, porque esto no se puede repetir". Según el presidente de la Generalitat, durante la reunión no se habló de quién podría ser este sucesor.

Seat el año pasado recortó un 23% sus inversiones y ha registrado una marcada caída de ventas en este ejercicio. Pujol alertó ayer que "Seat y toda la economía y sociedad catalana tienen que hacer un esfuerzo por situarse en un nivel más alto de competitividad", para así poder mantener las inversiones del grupo Volkswagen en su filial española.

La aportación de la Generalitat consistirá en un mayor fomento del tejido industrial y tecnológico, y en conversaciones con todos los involucrados, incluidos los sindicatos, según explicó el presidente de la Generalitat.

En el encuentro, celebrado en la sede del grupo, Wolfsburg, no se habló de cifras concretas de inversión, según Pujol, quien barrió hacia casa al afirmar: "Nosotros tenemos que tirar hacia delante no gracias a los bajos sueldos, sino a través de la competitividad y la capacidad de organizarnos". En el pasado, Pischetsrieder en repetidas ocasiones había criticado los altos costes que implica fabricar vehículos en España.

Altos costes

Pujol ayer en parte le dio la razón al destacar que el país, como fabricante de coches, se encuentra en un punto intermedio entre Europa del Este y "los países más avanzados de Europa Occidental", pero al mismo tiempo se mostró confiado en que ello podría cambiar gracias a un mayor esfuerzo organizativo, tecnológico y científico.

En este contexto, el presidente de la Generalitat afirmó que ambas partes acordaron "potenciar el Centro Tecnológico de Martorell", cuyos altos costes en el pasado ya habían conducido a un atisbo de polémica entre la automovilística y la Generalitat.

Pujol, de todas formas, aprobó los planes de Pischetsrieder para renovar a fondo la gama de vehículos y la imagen de marca de la automovilística española. "El futuro de Seat sólo puede pasar por la fabricación de nuevos modelos", sostuvo.

Ambas partes acordaron una nueva reunión a finales de año en Barcelona, en la que el grupo Volkswagen presentará su estrategia para los próximos años y el lugar que en ella ocupará Seat. Portavoces de Volkswagen declinaron ayer cualquier comentario sobre el encuentro, en el que también participó el consejero catalán de Industria, Comercio y Turismo, Antoni Subirà.