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DEBATE EN CINCO DÍAS

El próximo año la economía irá peor

Corren tiempos en los que es complicado realizar previsiones económicas, después del mazazo que ha supuesto para la economía mundial los atentados terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono norteamericano.

Cuatro especialistas invitados por Cinco Días han realizado este esfuerzo, centrándose en la economía española. Se trata del director de Coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), Ángel Laborda; el director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo; el jefe del Servicio de Estudios del BBVA, Miguel Sebastián, y el consejero asesor del Banco Pastor, Guillermo de la Dehesa. Todos coinciden en que los efectos serán mínimos a largo plazo, una vez que se haya eliminado la sobrerreacción de los mercados. Pero a corto plazo existe el peligro de que una contracción del consumo estadounidense acabe afectando a la ya deteriorada economía europea- y, por ende, a la española.

Estiman que este año, prácticamente, está salvado. La economía española crecerá entre el 2,5% y el 2,9%, algo menos de lo estimado por el Gobierno (3%). Sin embargo, tienen sus dudas sobre el comportamiento en 2002. La debilidad del consumo, el deterioro de la inversión, especialmente en bienes de equipo, y la prolongación de la situación de incertidumbre retrasarán la recuperación de EE UU y de Europa. Estiman que es muy probable que España crezca a tasas menores que las registradas para este año, en el entorno del 2%. La recuperación de EE UU será vital para atisbar al término de 2002 el final del túnel o bien, ante un escenario más pesimista, rozar el estancamiento.

Miguel Sebastián . "Las condiciones de financiación del sector privado son, en general, buenas. Los tipos de interés son bajos y, probablemente, van a estar más bajos. La política fiscal tiene un cierto margen de maniobra. Pero es preocupante los fuertes síntomas de desaceleración de la inversión en bienes equipo, que sólo se sustentan por el consumo y la construcción.

En el mercado de trabajo se está notando también la desaceleración en la creación de empleo. La evolución de la demanda interna puede sujetar la economía española en torno al 2,8% este año. Pero el que viene será peor. La evolución del consumo marcará la tónica. En cuanto al sector exterior no podemos achacarle la desaceleración actual pese a la evidente pérdida de dinamismo de las exportaciones. La desaceleración es fruto del agotamiento de la demanda interna. Creemos que el diferencial de crecimiento de España con la media de la zona euro se reducirá en 2002. Nuestras previsiones iniciales, antes de los atentados contra Estados Unidos, pasaban por que la economía española creciera en 2002 un 2,5%, con un consumo instalado en el 2,3%, previsiones ahora que se tornan algo optimistas".

Ángel Laborda. "Los pilares del crecimiento los veo débiles. Hasta ahora hemos aguantado bien gracias a la demanda, basada en el consumo y la inversión, pilares que pueden fallar en el futuro. Los bienes de inversión, que llevan cayendo dos trimestres consecutivos, nos están anticipando lo que va a pasar. Ahora bien, a pesar de todo, la entrada en la unión monetaria puede ser decisiva para no ir a una fase recesiva profunda. No tenemos una peseta que nos dé dolores de cabeza al perder valor ni un banco central propio que necesite elevar al 15% los tipos de interés para frenar la huida de capitales. Incluso podremos mantener unas décimas de diferencial de crecimiento con Europa, siempre y cuando la construcción no nos cause un disgusto en los próximos años".

Miguel Sebastián. "El euro ha sido el factor clave en nuestra expansión económica. Pero un tipo de cambio fijo puede dificultar un hipotético ajuste. Antes nos servía la depreciación de la peseta, pero ahora no vale. En caso de ajuste sólo nos quedaría la vía del salario real o del empleo".

La crisis de EE UU

Ángel Laborda. "De la economía norteamericana, que está basada en el consumo, podemos esperarnos lo peor, sobre todo pensando en la situación financiera de las familias, situada en mínimos históricos. El consumo de las familias estadounidenses puede aflojar muchísimo, a pesar, incluso, del impulso fiscal prometido.

Guillermo de la Dehesa. "Estoy de acuerdo con Ángel Laborda en que el diferencial de crecimiento puede ser positivo, aunque mucho menor. Ya se ha ido reduciendo en los últimos años y para 2002 podría quedarse en sólo 0,5 puntos, lo cual no estaría nada mal dadas las circunstancias".

"Los ataques contra Estados Unidos pueden cambiar mucho las cosas. España es muy dependiente del turismo, un sector que se va a ver muy afectado por lo ocurrido el 11 de septiembre. La gente va a dejar de viajar en los próximos meses y va a consumir menos. Y esto nos va a afectar".

"Lo mismo pasa con la evolución del petróleo. España es muy dependiente a las importaciones energéticas. De momento, Arabia Saudí ha dicho que va a aumentar su producción de crudo en caso de que haya problemas de abastecimiento. Esto es positivo, pero cualquier acontecimiento político que se produzca en las próximas semanas incidirá en la economía española".

Juan Iranzo. "Los atentados contra EE UU retrasarán la recuperación económica en ese país. Los sucesos del martes 11 han supuesto un mazazo a las expectativas. A excepción de Pearl Harbour, es la primera vez que se ataca suelo de Estados Unidos. El consumo será lo más perjudicado, no así los tipos de interés, del que se esperan nuevas bajadas para recuperar la inversión y la confianza en la economía".

"Respecto al precio del petróleo, creo que éste se mantendrá moderado debido al apoyo de la OPEP a la economía mundial. Este factor es muy importante porque afecta en gran medida a Europa en general y a España en particular.

Recordemos que el verano pasado por cada cinco dólares que subía el precio del barril de crudo el impacto inflacionista no evitable era de tres décimas".

"Respecto a las Bolsas, creo que se debe mantener la serenidad y eliminar situaciones de histeria. Hay sectores que están viéndose directamente implicados como líneas aéreas, turismo, seguros, pero el resto no tiene por qué sufrir en demasía tanto a medio plazo".

Competitividad

Miguel Sebastián. "Como no pensamos que el euro se vaya a apreciar mucho, la competitividad de la economía española podría recuperar los niveles de 1997, tras dos años consecutivos de pérdidas. Lo cual no quiere decir que no sea una variable a vigilar porque va a determinar la evolución de las exportaciones".

Ángel Laborda. "Los números nos dicen que ha habido una pérdida de competitividad, pero los datos engañan. Estamos perdiendo dos puntos por año en costes laborales y, sin embargo, vemos que el sector industrial no se está comportando peor que en otros países. Hay un problema de medición de esta variable".

Guillermo de la Dehesa. "La eurozona acabará con una inflación cercana al 2,7%, y España, entre 3,1% y 3,2%. Por tanto, es posible que se reduzca el diferencial de precios, mejorando la competitividad. Sin embargo, es previsible que la moderación salarial no se cumpla".

 

Ángel Laborda, director de Coyuntura de Funcas :"Estamos ante una recesión de libro"

"Creo que el consumo seguirá desacelerándose también, al igual que el empleo, como ya lo estamos viendo. En la construcción, el sector se puede venir abajo en el próximo año. El número de viviendas iniciadas se sitúa en torno a 500.000 cuando las necesidades demográficas sitúan esta cifra en 300.000. La demanda externa, según los datos del segundo trimestre, también se está desacelerando".

"Debemos ser conscientes de que lo peor no ha pasado. Estamos en una típica recesión de libro y, por lo tanto, no hemos llegado al final. Ante la palabra recesión- muchos dirán que no, que aún estamos creciendo, que se necesitan un par de trimestres de crecimiento negativo para pensar en ello".

"No veo, desde luego, que el próximo año se vaya a crecer más que éste, en el que se rondará el 2,6-2,7% de media. A finales de 2001 la tasa interanual de crecimiento del PIB puede estar ya claramente por debajo del 3%. æpermil;ste no será el suelo. En 2002 llegaremos a tasas muy moderadas, incluso negativas en algunos trimestres. Es posible que a final del año 2002 se dé una cierta recuperación, pero partiendo de niveles muy moderados".

 

Guillermo de la Dehesa, consejero del Banco Pastor : "Los tipos de interés seguirán bajando"

"Las empresas se han dedicado a comprar participaciones de otras empresas, en un intento de dar mayor valor a sus accionistas. Eso ha hecho que la inversión en bienes de equipo esté siendo mucho menor".

"Por otra parte, la economía española se está terciarizando muy rápidamente. El efecto sobre la creación de empleo es mayor y sobre la inversión en equipo es menor. O lo que es lo mismo, se está dando una sustitución de capital por trabajo. Esto ocasiona problemas en la composición de la demanda interna, sobre todo en la evolución de las tasas de formación bruta de capital fijo, algo que nos diferencia de Estados Unidos". "En estos momentos la tasa de crecimiento potencial de la eurozona está entre 2,5% y 2,7%, y la de Estados Unidos, entre 3,2% y 3,4%, gracias a ese diferencial de crecimiento en las inversiones, sobre todo en tecnología".

"Por otro lado, no veo especiales problemas en el ahorro. El desahorro actual se va a ver compensado parcialmente con un mayor ahorro el año que viene. Las familias no van a tener grandes dificultades para hacer frente al consumo porque los tipos de interés seguramente van a seguir cayendo, aminorando sus costes hipotecarios".

 

Miguel Sebastián, director de estudios del BBVA: "Parte del consumo de hoy es dinero negro"

"Mucho me temo que una parte de la fortaleza aparente que estamos viendo en el consumo tiene que ver con el efecto afloración de dinero negro, no sólo en compras de bienes duraderos como automóviles sino, incluso, del consumo no duradero, del día y día.

Está habiendo una caída del dinero en efectivo del 5%, con datos de julio. Probablemente se acelere esta caída a lo largo del año. Esto quiere decir que la gente está consumiendo parte de ese dinero negro en efectivo. Y el aumento de los depósitos de las familias no compensa la caída del dinero en efectivo.

Es difícil cuantificar el efecto afloración, pero sabemos que ello supone crecimiento para hoy y decrecimiento para mañana, para el año 2002.

Por un lado, porque este efecto acabará en enero próximo, cuando tengamos euros en el bolsillo. Por otro lado, porque cualquier comparación estadística entre 2001 y 2002 será negativa. Algo parecido pasa con la construcción. Nuestra idea es que 2002 sea un año mucho más débil aunque el sector crecerá en torno al 2%. La edificación estará en tasas negativas. Sólo la obra civil podrá compensar en parte este efecto".

 

Juan Iranzo, director del IEE : "Europa necesita más reformas"

"Europa no ha tomado el relevo de Estados Unidos por razones propias. Mientras no lleve a cabo reformas importantes, va a seguir en la misma situación, algo que se puede agravar ante la ampliación al Este".

"Se necesitan modificaciones sustanciales en todos los mercados: trabajo, bienes y servicios, reformas fiscales, modificación de la formación profesional, más dinero para innvocación tecnológica, desarrollo e investigación (I+D+i)".

"Esto lo está aprovechando España, en donde sí se han iniciado algunas reformas, algo que vendrá bien para seguir manteniendo el diferencial de crecimiento a nuestro favor".

"No obstante, me preocupa mucho la evolución de los costes laborales, sobre todo vía salarios, porque creo que la productividad la estamos midiendo mal. No es posible que durante cuatro años apenas haya crecido".

"Lo importante, de cara a los próximos meses, es mantener a raya la inflación, algo posible siempre que el petróleo no vuelva a situarse por encima de los 30 dólares el barril; la moderacion salarial también es indispensable para que no se genere una espiral precios-salarios, como ocurrió en épocas pasadas".

 

Está ya descontado lo que ocurra en Argentina

Los expertos reconocen que la incertidumbre mundial generada por la actual situación prebélica tendrá también un impacto sobre la economía de los llamados países emergentes. Sin embargo, restan importancia al posible efecto sobre las empresas españolas que tienen fuertes intereses en áreas como América Latina.

"Obviamente, los atentados contra Estados Unidos algo afectará las cuentas de resultados de las multinacionales españolas. Pero está más que descontado la pérdida de inversiones en la zona. Incluso cualquier noticia no desastrosa en Argentina, dentro de su situación caótica, puede ser beneficiosa. No creo que Argentina nos pueda afectar más", asegura Juan Iranzo.

"Me uno a Juan. El escenario de crisis en América Latina, en especial en Argentina, está sobredescontado. Cualquier desenlace positivo, sea del signo que sea, va a mejorar la confianza en ese país", asegura el jefe de Estudios del BBVA, Miguel Sebastián.

El consejero asesor del Banco Pastor, Guillermo de la Dehesa, apuesta por un impacto diferenciado. "Yo distinguiría los bancos del resto de empresas. Los bancos ya han descontado la crisis. Además se han hecho con fuertes plusvalías, lo que les ha dado un gran colchón financiero para soportar incertidumbres. No ocurre lo mismo con otras empresas más pequeñas. No es el caso de Repsol, que está muy dolarizada, y de Telefónica, cuyos problemas de endeudamiento, proceden de Europa", añade.

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