Dragados aplica en Barajas el reciclado de escombros en origen
El derrumbamiento de los 110 pisos de las Torres Gemelas la semana pasada ha dejado una auténtica herida abierta en el paisaje neoyorquino y la magna tarea de despejar más de 450.000 toneladas de escombros, el equivalente a la basura que genera la ciudad entera durante 10 días. Dragados ha comprobado en las obras del madrileño- aeropuerto de Barajas la viabilidad de reciclar los materiales inertes en el mismo sitio de las obras, más allá de sólo separarlos.
Cada europeo genera a diario 1,5 kilogramos de residuos procedentes de la construcción y demolición de obras, cifra que excede el volumen de basura que produce cada familia. De ahí que la Ley 10/1998 de Envases y Residuos, que adapta al Derecho español la Directiva 156/CEE, de 18 de marzo de 1991, especifique la necesidad de desarrollos normativos concretos para este tipo de desechos y para las pilas y otros acumuladores eléctricos.
Además, otra directiva más reciente sobre vertederos -31/CE, de 26 de abril de 1999- limita las posibilidades de vertido de los residuos inertes (fundamentalmente, el hormigón sin su armadura, piedra, mampostería y materiales cerámicos, como el ladrillo), pues parte del supuesto de que "el aprovechamiento de residuos inertes o no peligrosos apropiados mediante su utilización en obras de restauración/acondicionamiento y colmatación o con fines de construcción no necesariamente constituye una actividad de vertido". Todos aquellos materiales que se destinen al vertedero soportarán un canon adicional o ecotasa.
El Gobierno aprobó en junio el Plan Nacional para implantar la gestión medioambiental de los residuos inertes. El peso de toda esta normativa está llevando a las grandes constructoras a acometer fuertes inversiones para desarrollar técnicas que hagan viable la recuperación de los escombros.
Abel Cucurella, presidente del Gremio de Entidades de Reciclaje de Derribos, explica: "El problema radica en que para poder reciclar estos residuos, previamente debe realizarse un proceso de separación de los diferentes materiales que se encuentran en los derribos. Y sólo el 20% se recupera limpio".
De ahí que parezca necesario fomentar, al menos, la separación en origen de los diferentes materiales, la forma más rápida y económica de recuperar estos desechos.
Reciclado en origen
El Grupo Dragados ha desarrollado -con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el Instituto Madrileño para el Desarrollo (Imade), en el marco del programa Profit- un sistema de reciclado que logra salvar los dos grandes inconvenientes: se realiza in situ, en las obras, mediante instalaciones móviles de reciclado, y, aplicado a grandes obras de infraestructuras de carreteras y ferrocarriles, consigue recuperar hasta el 70% del hormigón.
El proyecto de I+D+i del Grupo Dragados ha recibido 40 millones de pesetas del programa Profit, un tercio de su coste total. El grupo invirtió el año pasado en diversos proyectos de este departamento 2.064 millones de pesetas (14,4 millones de euros).
La primera experiencia que se ha desarrollado en España con este procedimiento de instalaciones móviles de reciclado de escombros se ha producido en las obras de renovación del pavimento del aeropuerto internacional de Madrid-Barajas. Tras levantar el pavimento, Dragados disponía de 40.000 toneladas de hormigón, cuyo destino normalmente sería el vertedero. Dragados Obras y Proyectos, filial del grupo, implantó en las proximidades de las obras una instalación de selección, separación y trituración del producto, hasta convertirlo en un árido. Este material lo reutilizó en las capas de relleno de un nuevo tramo de carretera cercano al aeropuerto, concretamente el acceso a la glorieta de las comarcales M-110 y M-111 desde la vía de servicio de la zona industrial del aeropuerto. También se utilizó, entre otras obras, en la construcción de vías de servicio para los estacionamientos que Dragados construye en la nueva terminal de Barajas.
Guillermo Serrano Sánchez, jefe de la asesoría técnica de obras civiles de Dragados Obras y Proyectos, explica que esta labor de reciclaje del material "no resulta más barato ni en el mejor de los casos" frente a su vertido, "pero puede ser interesante cuando tienes un volumen importante de material con una aplicación cercana".
En su opinión, las autoridades "deberían regular no sólo el vertido de los inertes, sino también caracterizar los materiales reciclados para asegurar su correcta utilización, porque éstos sufren una merma en su calidad".
Control para los residuos de la construcción
Las grandes constructoras intentan adelantarse a los requisitos futuros de la normativa para el aprovechamiento de los escombros. Un futuro marcado por la Unión Europea e impulsado por la directiva 1999/31 sobre vertederos, pero que, en cualquier caso, ya ha trascendido nuestras fronteras.
El Gobierno pretende una implantación gradual de la recogida controlada de estos desechos, de forma que para 2006 un 90% de ellos tengan tratamiento. Este objetivo se plasmó en Consejo de Ministros el pasado 1 de junio. La reunión aprobó el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición para el periodo 2001-2006 en el marco de la Ley 10/1998 de Residuos. Esta norma dejaba pendiente el desarrollo de regulación específica para los escombros y las pilas.
El plan prevé una inversión de 70.525 millones de pesetas (424 millones de euros) bajo la hipótesis de que en 2006 se generen entre 20 y 42 millones de toneladas de escombros. La mayor parte de este importe (70.155 millones de pesetas) deberá realizarla el sector privado, ya que las plantas de clasificación y separación de los materiales inertes y los vertederos serán de propiedad privada. El plan concede prioridad al reciclaje de residuos inertes (el hormigón sin su armadura, materiales cerámicos, piedra y mampostería) frente a la valorización energética. Pero, sobre todo, los actuales vertederos de escombros deberán adaptarse a las exigencias de la directiva europea antes de 2005. Además, se propone restaurar con escombros reciclados las canteras y minas degradadas.