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Pilar Valiente pacta con Rodrigo Rato su salida de la CNMV

Sin haber superado siquiera el año al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pilar Valiente sabe que no agotará su mandato. El pasado 31 de agosto acordó con el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, una despedida ordenada de su actual responsabilidad por sus implicaciones directas en el caso Gescartera. No obstante, fuentes del organismo supervisor desmienten la existencia de este pacto.

La reunión entre Rodrigo Rato y Pilar Valiente se produjo en la tarde del viernes 31 de agosto, en la sede de Economía de la plaza de Cuzco, después del primer Consejo de Ministros celebrado en La Moncloa tras las vacaciones de verano.

La presencia en el ministerio de la presidenta de la CNMV no pasó inadvertida a sus altos funcionarios, pese a la discreción buscada y las pocas personas que había a esas horas en el departamento. Hay testigos que la vieron entrar y salir en el coche oficial.

Rato pactó con Valiente en dicho encuentro su salida "ordenada" de la presidencia de la CNMV, a la vista de la envergadura del caso Gescartera y de las revelaciones conocidas sobre su implicación en el mismo: almuerzos con los principales directivos de la agencia, en uno de los cuales participó el ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna, aceptación de obsequios, negativa a publicitar sanciones, amén de otras múltiples derivaciones.

El director de comunicación de la CNMV, Manuel Hermógenes, desmiente tan-to la entrevista del día 31 como el acuerdo alcanzado. "Es absolutamente falso", precisa.

El domingo día 2, 48 horas después de la cita -desmentida por la CNMV, el vicepresiden-te segundo aleccionaba a los diputados del PP que integran la comisión de investigación para que afrontaran con mayor ímpetu la -ofensiva del PSOE en el caso Gescartera. En dicha reunión par-ti-ci-paron, junto a los cinco par-la-mentarios, el director de Política Económica, Luis de Guindos, y el director de Gabinete del secretario de Estado de Economía, Carlos Gascó.

Reunión en Sigüenza

Al día siguiente, lunes 3, por la mañana, Rato abordó el escándalo en el comité ejecutivo del PP y por la tarde viajó con su equipo al Parador de Sigüenza para analizar los proyectos de cada departamento. En este retiro, según fuentes solventes, también salieron a relucir las implicaciones del caso Gescartera, una preocupación prioritaria para el vicepresidente antes de desatarse la crisis internacional provocada por los atentados en Estados Unidos. La cita de Sigüenza se alargó hasta el martes, 4.

El abandono de Valiente de la CNMV, donde lleva desde el 6 de octubre de 2000, y la larga conversación que mantuvo con Rato para medir los tiempos y amortiguar sus consecuencias políticas, circuló con cierta rapidez en las altas esferas del Gobierno y del PP.

El consejo de dirección de su grupo parlamentario tuvo conocimiento parcial del acuerdo alcanzado entre Rato y Valiente en su reunión del lunes 10.

De ahí la sorpresa que causó entre sus miembros que ese mismo día el secreta-rio general del PP, Javier Arenas, hiciera desde la sede de Génova, 13, una firme defensa de la presidenta de la CNMV y de su actuación en el caso Gescartera, lance que ha vuelto a repetir este fin de semana. Algunos dirigentes lo interpretan co-mo parte de una estrategia destinada a convertir a la presidenta del organismo super-visor en dique de contención con el que frenar la extensión de las responsabilidades políticas a los ministros de Economía y Hacienda.

El titular de este último departamento, Cristóbal Mon-toro, ha permanecido al margen de las reuniones que Rato ha mantenido con dirigentes del PP y de su grupo parlamentario para hacer frente al escándalo. El mismo día en que el Gobierno nombró a Valiente, Montoro precisó públicamente desde el palacio de la Moncloa que la propuesta había correspondido al vicepresidente segundo.

Voladura controlada

La duda que ahora planea so-bre el Gobierno es si -Valiente podrá mantenerse en el cargo hasta después de que la comi-sión de investigación parlamentaria finalice sus trabajos a mediados de noviembre o, por el contrario, la "voladu-ra controlada" del escándalo, que persigue Rato, se verá superada por nuevas revelacio-nes que precipiten el relevo al frente de la CNMV.

En la dirección del PP se considera que hay datos sobre la implicación de Valiente en el caso que hacen que su permanencia en la Comisión sea insostenible por mucho tiempo.

 

Renuncia al cargo y dos años de obligada abstinencia

El mandato en la presidencia de la CNMV, así como en la vicepresidencia y en su consejo, es de cuatro años, al término de los cuales podrá ser renovado por una sola vez.

La Ley del Mercado de Valores establece que tanto el presidente como el vicepresidente pueden cesar por tres posibles causas: la expiración del mandato, la renuncia aceptada por el Gobierno o la separación del cargo, decidida por el Ejecutivo, por "incumplimiento grave de obligaciones, incapacidad permanente para el ejercicio de la función, incompatibilidad sobrevenida o condena por delito doloso". Para ello, el Ministerio de Economía tendría que incoar un expediente.

Todo indica que el acuerdo alcanzado entre Rato y Valiente implica la utilización de la segunda posibilidad prevista en la norma: renuncia al cargo y posterior aceptación por el Gobierno con el correspondiente agradecimiento por los servicios prestados.

El artículo 21 de la ley obliga también al presidente, el vicepresidente y los consejeros de la Comisión a aceptar el régimen de incompatibilidades de altos cargos de la Administración y, por tanto, les prohíbe ejercer durante dos años actividades profesionales relacionadas con el mercado de valores.

De esta última obligación tendrá que responder ante el Gobierno y ante el Congreso el ex vicepresidente de la CNMV Luis Ramallo, pues nada más dejar esta responsabilidad en octubre de 2000 comenzó a trabajar como notario para Gescartera.

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