El Ibex baja el 2,62% y pierde el nivel psicológico de los 8.000 puntos
Diecisiete meses después, las acciones de las compañías de telecomunicaciones no encuentran suelo en su recorrido a la baja. Arrastran, con ello, a los principales índices bursátiles del mundo, porque son los valores de más peso en la confección de los mismos. Son, también, los que más ponderan en las carteras de los grandes fondos. Las crisis de las 'telecos' y de los valores tecnológicos afectan, de este modo, a millones de personas en el mundo que han invertido sus ahorros a través de los fondos que invierten en Bolsa. Los principales mercados han vuelto a los niveles de la gran crisis financiera internacional que se vivió en el verano de 1998.
Las empresas de telecomunicaciones y tecnológicas no encuentran suelo en una caída que dura ya 17 meses. El dinero, además, escasea. Lo que la mayoría temía, se produjo ayer en la sobremesa. La apertura a la baja de los mercados de acciones estadounidenses fue clave para que el Ibex perdiera, y no recupera al cierre, el nivel técnico y psicológico de los 8.000 puntos. Terminó con un descenso del 2,62%, hasta los 7.904,7 puntos.
Con este resultado, el principal índice del mercado nacional acumula un recorte del 5% en las cuatro sesiones transcurridas de una semana que de terminar hoy así sería la de peor comportamiento desde marzo. Vuelve, de este modo, a los niveles de la gran crisis financiera internacional del verano de 1998. El mínimo de entonces se alcanzó el 1 de octubre, en los 7.133 puntos.
Hay más. El recital de variables negativas no termina con lo que sucede en los últimos días. La Bolsa española, que aguantó como pudo el mal comienzo del año en los principales mercados del mundo (fue la que más bajó el año pasado), incluso las iras derivadas de la inestabilidad de los mercados latinoamericanos por la crisis argentina, se ha desfondado. La pérdida acumulada desde enero es ya del 13,22%.
Las Bolsas europeas, que el año pasado aguantaron mejor que la española, registran caídas anuales del 26,37% en el caso de la italiana y algo más del 24% en los casos de la alemana y francesa. Es la de Nueva York, curiosamente, la que menos baja en el año, con un recorte de poco más del 8% en el Dow Jones. Por contra, el tecnológico y más seguido Nasdaq arroja un pérdida en el periodo del 30%.
Los analistas descartan una recuperación a corto plazo por la pérdida de confianza
Las sacudidas que está teniendo la Bolsa en los últimos meses ha roto todos los pronósticos. El mercado está muy débil y el miedo que se ha instalado entre los inversores es tal, que ya ni si quiera los analistas se atreven a aventurar que es lo que puede pasar de aquí en adelante.
José Luis Martínez, economista jefe de Citibank, comentaba ayer en su análisis diario que "los inversores están vendiendo acciones porque temen que el lastre de los resultados a la baja se mantenga más tiempo del esperado".
El consenso del mercado coincide en este aspecto. Los expertos insisten en que el goteo de advertencias a peor en los beneficios de algunas empresas estadounidenses y europeas ha recrudecido la crisis de las telecomunicaciones y, en definitiva, de los valores relacionados con la nueva economía.
Ignacio Lecanda, jefe de análisis de Europea Popular de Inversiones, afirma que "los datos económicos y empresariales que ha dado a conocer Estados Unidos en los últimos días son positivos, aunque el mercado siempre ha visto un sí, pero... Hasta que dejen de oírse más advertencias a peor sobre los resultados y los indicadores económicos continúen siendo buenos, no vamos a presenciar una recuperación definitiva".
Para Lecanda "estamos asistiendo a una crisis diferente a las anteriores por el tiempo en el que se está tardando en salir de ella y porque la gente no se cree nada, pese a que todo indica que los beneficios empresariales tendrán un impulso importante en el primer trimestre del próximo año. Hay, en definitiva, una crisis de confianza, y la Bolsa no está anticipando nada".
Fernando Gómez, analista de Safei, coincide con la postura de los dos anteriores: "Las dudas de Estados Unidos se están trasladando a Europa, que ya tiene sus propios problemas. Las previsiones a corto plazo no son nada optimistas porque se están rompiendo todos los soportes. Ya se piensa más en el medio plazo, hasta que se produzca un cambio en las expectativas de los analistas sobre los beneficios empresariales".
La Bolsa rompió ayer los 8.000 puntos y los analistas piensan que el siguiente soporte puede estar en los 7.500 puntos. Ante esta situación de inestabilidad y de miedo, la mayoría de las firmas de inversión aconseja esperar y tener mucha cautela.