Caruana aboga por medidas regulatorias preventivas
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, aboga por la introducción de regulaciones para promover comportamientos anticíclicos. Afirma que la responsabilidad de la evolución de una entidad financiera "es de sus gestores", aunque ello no significa que sean sólo "asuntos internos".
Caruana aseguró ayer que las autoridades reguladoras deben introducir "ciertas regulaciones que, sin producir distorsiones ni ser demasiado intrusivas, promuevan comportamientos anticíclicos". Caruana, que abrió la XX edición de la European Association of University Teachers of Banking and Finance celebrado en Unicaja, matizó al final de su intervención que la regulación y la supervisión "tienen un cierto papel" para cambiar los mercados e instituciones financieras, "aunque existen muchos más factores".
"Una regulación eficiente debe ser dinámica, debe no sofocar los impulsos innovadores del sistema, debe también adaptarse y reconocer los cambios que están sucediendo", aseguró el gobernador, quien detacó que a los reguladores les corresponde poner un marco regulatorio y supervisor "equitativo, transparente y que proporcione los incentivos correctos a las entidades, que evite los riesgos sistémicos y contribuya a la protección del depositante y del inversor".
Recordó, respecto de "algunos de los debates actuales", el principio básico por el que la responsabilidad de la evolución o comportamiento de una entidad de crédito o en general de una empresa financiera "es de sus administradores y gestores, a quienes corresponde el mérito de los aciertos y también la responsabilidad de los errores o comportamientos incluso ilegales". En este sentido, matizó que esto no significa que sean "asuntos internos", ya que de hecho una de las causas de que este sector sea especialmente regulado son "sus potentes externalidades, es decir, las repercusiones externas que pueden tener los fallos de una entidad".
"Para conseguir ese equilibrio entre lo privado y las actividades del supervisor", Caruana aseguró que se está prestando más atención a aspectos como los códigos de buen gobierno, la búsqueda de estándares de buenas prácticas y a la necesidad de "mejorar la transparencia de las entidades, para que el mercado pueda evaluarlas".
Entre estos aspectos regulatorios destacó el papel de Basilea II sobre un nuevo acuerdo de capital y las provisiones anticíclicas.