_
_
_
_
INTERNACIONAL

El paro en Japón llega al récord del 5% por la crisis de las tecnológicas

Los malos augurios se confirmaron. La tasa de paro de Japón llegó en julio a la cifra récord del 5%, según informó ayer el Gobierno. El número de desempleados aumentó en 230.000 respecto al año pasado, con lo que el paro afecta ya a 3,38 millones de japoneses. El porcentaje se elevaría al 6% si se contabilizaran las personas que han perdido su empleo en los últimos cinco meses, y que no están registradas en las estadísticas.

Las cifras son tan preocupantes que el Gobierno ha anunciado que pagará a las empresas 2.500 dólares (457.500 pesetas) por cada desempleado de 45 años o más que contraten.

La desaceleración económica mundial, con la consecuente caída de la demanda, está hundiendo las exportaciones del sector tecnológico, uno de los grandes motores de la economía nipona. Mientras que las pérdidas de empleo se concentraban el año pasado en la construcción y la agricultura, los recortes se están generalizando ahora en las empresas de alta tecnología.

El panorama es poco alentador: Toshiba, el segundo fabricante mundial de chips, anunció el lunes un plan para despedir a 18.000 trabajadores (el 10% de su plantilla) en tres años, Fujitsu también planea el despido inminente de 5.000 empleados y NEC recortará 4.000 puestos de su plantilla en Japón.

Mientras que hace unos años el paro era un mal desconocido en Japón, encontrar colocación es más difícil cada día. Otro indicador del Gobierno reveló ayer que hay 100 solicitudes por cada 60 ofertas de empleo. Otra muestra de la profunda transformación que está sufriendo el mercado laboral nipón es el auge de los contratos a tiempo parcial. Una práctica impensable hasta hace poco en un país que ha cultivado tradicionalmente la entrega del trabajador a su empresa. El número de trabajadores a tiempo parcial ha crecido en 230.000 en un año, hasta llegar a 5,74 millones, muy lejos todavía de los 46,6 millones de empleados a jornada completa.

Por otra parte, los empresarios aseguran que las reformas planeadas por el primer ministro, Junichiro Koizumi, perjudicarán aún más la creación de empleo. La tradicional política del Gobierno japonés de recurrir al endeudamiento para impulsar el empleo ha llevado a que el peso de la deuda pública ascienda al 130% del PIB. Koizumi ha prometido un fuerte recorte en el gasto presupuestario y poner freno a la emisión de deuda. Las medidas son necesarias, pero muy impopulares en tiempos de crisis. Las compañías reclaman incentivos a la contratación, y los ciudadanos, subsidios para los que están en paro.

Los empresarios están ajustando a marchas forzadas su producción y su plantilla. La situación empeora. La próxima semana se conocerá el PIB del segundo trimestre, que podría caer 0,8%.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_