La Bolsa mueve el volumen de negocio más bajo del año
Ayer sí se hizo realidad el viejo tópico de que los meses de agosto suelen deparar cifras de actividad raquíticas en las Bolsas, como si el dinero también se fuera de vacaciones. El mercado continuo registró la cifra de actividad más baja del año, con 663,23 millones de euros intercambiados.
La alegría con la que los participantes en el mercado despidieron la semana pasada puede quedar en aguas de borrajas, puro espejismo, si el dinero, como sucedió ayer, niega la mayor y se resiste a tomar posiciones en la renta variable. Resultó sorprendente a propios y extraños que, tras la subida del 4,15% que experimentó la Bolsa la última semana, las posiciones de ayer llevaran el sello de la inactividad.
"Las alzas de la semana pasada no son para tirar cohetes, porque la mayor parte de los grandes valores del mercado, que son los que afectan a la mayoría de los inversores, siguen en negativo", decía el analista jefe de una sociedad de valores y Bolsa.
"A todos nos ha sorprendido este desfallecimiento súbito de la actividad en la Bolsa, máxime después de los cierres del viernes de los mercados de acciones estadounidenses (el Nasdaq subió el 4%) y los suaves descensos, fruto de las realizaciones de beneficios, que registraban en el periodo de coincidencia operativa", añadió.
El Ibex, que durante la mayor parte del día estuvo en terreno positivo, terminó la tanda con un retroceso suave del 0,29% y por encima del nivel psicológico de los 8.500 puntos, hasta los 8.515,6.
Telefónica, con un retroceso del 0,67%; Altadis, con descenso del 2,47%, e Iberdrola, con un recorte del 0,65%, aportaron 18,61 puntos negativos de los 25 que perdió el principal índice.
Desinterés creciente
Los observadores y expertos del mercado señalaban ayer que la caída del volumen de negocio, después de las alzas de la semana pasada y, también, de los incrementos de la actividad hasta medias diarias de 1.400 millones de euros avalan la tesis de que la desconfianza de los inversores hacia la renta variable es creciente y que, es más, sube de tono a medida que suben los precios.
Los expertos consultados consideran, así, que nada ha cambiado en la Bolsa española, porque el índice principal sigue en lo que los técnicos definen como movimiento lateral y que no es otra cosa que el mantenimiento de un rango de fluctuación que va desde el soporte técnico a la baja de los 8.100 puntos hasta las resistencias al alza de los 8.600.
Desde hace varias semanas, indicaban ayer los especialistas, el Ibex no ha logrado salir airoso de ninguno de los sucesivos embates que se han registrado, tanto a la hora de poder perder el soporte de los 8.100 puntos como a la de buscar referencias más alcistas mediante la perforación de los 8.600.
"El mercado no ha perdido la memoria tan pronto como en otras ocasiones y necesita nuevos estímulos, principalmente procedentes de los mercados de acciones estadounidenses, para marcar una tendencia concreta", decía un operador.
Otro de los asuntos que quedaron refrendados ayer con esta caída drástica en los volúmenes de actividad es que el mercado está en manos de los especialistas en el corto plazo, porque el inversor final sigue ausente de las salas de contratación. Preocupa, además, la situación en Argentina tras conocerse que la provincia de Santiago del Estero ha decidido aplazar los pagos.