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La banca extranjera fracasa en el intento de ganar cuota en España

La banca extranjera sigue teniendo problemas para consolidar su presencia en el mercado español. Sólo tres entidades, Deutsche Bank, Barclays y Citibank muestran cierta fortaleza comercial, con crecimientos de la inversión crediticia por encima de la media del sector.

La banca comercial extranjera sigue sin levantar cabeza en España. Las estadísticas revelan que los pocos grandes que optaron por permanecer en el mercado español, a pesar de la mala experiencia de la segunda mitad de los noventa, mantienen a duras penas su cuota de mercado de créditos y ya han perdido parte del mercado de depósitos. Además, el beneficio cayó hasta junio casi un 30% respecto a junio del año anterior, según datos de la AEB.

Después de las fugas de grupos como Natwest Bank, Sanpaolo, Monte dei Paschi, Crédit Lyonnais o Abbey National, sólo unos pocos mantienen la cabeza alta. La mayoría puede arrepentirse de no haber hecho las maletas a tiempo. Y es que la mitad de la docena de filiales de grupos extranjeros que operan en España (no se cuentan sucursales) registraron pérdidas y muchas de ellas caídas en la inversión crediticia y la captación de depósitos.

El resultado global es que en junio de 2001 mantenían una cuota de mercado de créditos del 5,2%, idéntica a la del año pasado y perdieron una décima de su hueco de mercado en depósitos, del 2,9% al 2,8%. Así, frente a un crecimiento del 12,3% del total de los bancos, los extranjeros sólo captaron un 5,2% más de depósitos. En créditos, sin embargo, crecieron ligeramente por encima, un 10,3%, frente al 9,5% del total.

El análisis agregado esconde diferencias muy sustanciales entre unas entidades y otras. Lo cierto es que, frente a pérdidas de negocio y de beneficio de algunas de ellas, otras consiguen mejorar considerablemente sus resultados, gracias, en muchos casos, a una estrategia muy definida de productos y servicios, que les ha permitido desenvolverse en un escenario hostil y de creciente competencia, sobre todo la procedente de las cajas de ahorros y bancos de la talla del Popular o Bankinter.

De hecho, hay tres, el alemán Deutsche Bank, el británico Barclays y el estadounidense Citibank, que destacan por su fortaleza comercial en este periodo y se convierten en honrosas excepciones.

Deutsche Bank es el único banco de procedencia extranjera al que siempre le ha ido bien desde que se instaló de manera definitiva en España en 1993, después de que adquiriera 249 oficinas del Banco Madrid y las uniera a las que ya tenía tras haberse hecho con Bancotrans. Desde ese momento, se dedicó al segmento de cliente de rentas entre 40.000 y un millón de euros. El negocio está en plena expansión, sobre todo, después de haber obtenido la licencia de explotación de la red de sucursales de Correos. No obstante, la entidad reestructurará el negocio, que dividirá en dos: banca minorista y banca privada, corporativa y de inversión.

Barclays fue uno de los bancos extranjeros que supo retirarse a tiempo cuando comprobó que no podía competir con las entidades españolas en banca minorista. En 1996 se dedicó, como Deutsche, exclusivamente a los clientes de rentas medias y altas, con los que espera doblar el negocio en cinco años.

Citibank atraviesa una etapa positiva, después de 18 años en números rojos. Como los pocos extranjeros que ganan dinero en nuestro país, ha elegido la banca privada para consolidarse.

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