El anuncio de ayuda se precipitó para evitar la especulación

El deterioro progresivo de los mercados de acciones y divisas latinoamericanos en los últimos días y su contagio automático a la Bolsa española precipitó el anuncio de las medidas de ayuda a Argentina por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Todos los informes de situación de las principales firmas del mercado coincidían ayer en este hecho. Y el efecto, como pudo constatarse a lo largo del día, fue el esperado.

Y es que tras una reunión no prevista con anterioridad del comité directivo del FMI, las autoridades de este organismo anunciaron en la madrugada de ayer su disposición a entregar en un futuro próximo a Argentina otros 8.000 millones de dólares (8.800 millones de euros). De éstos, 5.000 millones (5.500 millones de euros) podrían estar disponibles en las próximas semanas, según fuentes próximas a la negociación.

Los analistas esperan que el FMI apruebe definitivamente el plan de ayuda en los primeros días de septiembre. Los 3.000 millones de dólares (3.300 millones de euros) restantes estarían disponibles para respaldar una operación voluntaria de reestructuración de deuda.

Ganar tiempo

Hasta el momento no se ha detallado el número de compromisos que deberá asumir la economía argentina, aunque las partes en negociación han insistido en la necesidad de un cumplimiento estricto del objetivo de equilibrio presupuestario.

"El anuncio, por precipitado", dicen los analistas de Beta Capital, "parece dirigido a calmar los ánimos en los mercados internacionales y ganar así tiempo para perfilar los detalles del plan. Esta nueva ayuda permitirá a las autoridades argentinas, una vez más, comprar tiempo, pero creemos que no representa una garantía de sanear los problemas de fondo".