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Gescartera pagaba intereses del 108% a depósitos a 15 días

Gescartera llegó a pagar depósitos a un tipo de interés del 3,85% en apenas 15 días, equivalente a un 108% anual. Esta operativa, llevada a efecto en diciembre del año pasado, sirvió para maquillar las cuentas anuales, pero también demuestra la desesperada situación de la firma ya en esos momentos.

Sólo la más apremiante necesidad de fondos puede explicar los estratosféricos tipos de interés que Gescartera pagaba a algunos de sus clientes. Como demuestra la documentación a la que ha tenido acceso Cinco Días, Gescartera ofrecía una rentabilidad del 3,85% en apenas 15 días. En términos anuales, ello supondría un tipo del 108%.

Los directivos de Gescartera pidieron a algunos de sus clientes que depositasen grandes cantidades de dinero en los últimos días del año pasado para que el desfase patrimonial en el que estaba inmersa la firma no se reflejase en el balance. El favor se pagaba con una generosidad inaudita. Tanta, que sólo puede justificarse por la desesperada situación de Camacho y sus colaboradores.

Este tipo de operaciones, evidentemente, sólo servía para acrecentar el agujero de Gescartera. Porque inversores como el que aparece en el documento adjunto retiraron el dinero nada más depositarlo. En concreto, se hizo un depósito de 64 millones de pesetas el 28 de diciembre para ayudar a cuadrar el balance del día 30, y se retiraron 66.464.000 pesetas el 12 de enero.

Así, en apenas 15 días el agujero creció 2,5 millones de pesetas. Una cantidad que, con toda seguridad, Gescartera tuvo que captar por otro lado para poder hacer el reem-bolso del depósito. Y así sucesivamente. Hasta que el agujero llegó al menos a 18.000 millones de pesetas.

Prácticas irregulares

Esta actuación es una más en el amplio abanico de irregularidades cometidas por Gescartera. Además de abonar tipos de interés estratosféricos, la firma ofrecía depósitos estructurados, un producto financiero que no puede vender porque Gescartera no era un banco.

La firma también hacía operaciones bursátiles intradía, comprando valores por la mañana y vendiendo por la tarde. Así conseguía que, frente a auditores y reguladores, pareciese que el dinero de los clientes se movía, cuando en realidad no había fondos. Sólo desembolsaba el gasto de corretaje. Con la Bolsa bajista desde marzo, sufrió importantes minusvalías.

Un mecanismo similar era el que utilizaba dos operaciones de compraventa sobre un mismo valor, que generaban beneficios y pérdidas en la misma proporción. Entonces, Antonio Camacho apuntaba la plusvalía a los clientes que quería (o se las quedaba él mismo) mientras imputaba las minusvalías a sociedades ficticias u hombres de paja.

Los documentos remitidos por Gescartera a sus clientes se caracterizaban por su falta absoluta de detalle. La mayor parte de los inversores que operaban con la entidad ni siquiera recibía periódicamente estadillos con las posiciones de su cartera. En el supuesto de que lo reclamaran, sólo obtenían una hoja mecanografiada donde figuraba la inversión inicial, el resultado de las inversiones y el saldo efectivo.

No figuraba en qué tipo de activos se había invertido el dinero. Tampoco de dónde procedían las pérdidas. Los afectados, en fin, depositaban el dinero, y a partir de ahí no volvían a saber de él.

Rajoy quiere llegar al final

Por otro lado, el ministro del Interior, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el Gobierno "actuará con la máxima contundencia en la aclaración del caso Gescartera y que se pondrá a disposición de los tribunales a todo aquel que haya cometido una acción ilegal, suceda lo que suceda y caiga quien tenga que caer".

El diputado socialista Antonio Cuevas, por su parte, se apresuró a tomar la palabra a Rajoy. Cuevas añadió que el PSOE no se va a salir de la línea iniciada de exigir contundencia y todas las explicaciones posibles sobre Gescartera. También aseguró que el PP quiere desviar la atención cuando habla de cacerías políticas.

Javier Arenas, secretario general del PP, llamó cínico al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, según Arenas, da instrucciones a sus colaboradores para que digan "todo tipo de barbaridades" y luego él, en una "actuación teatral", pretende aparecer como "moderado".

 

La Iglesia asegura que invirtió en la firma "por ignorancia"

El director de Acción Social de la Conferencia de Religiosos (Confer), José Luis Villegas, declaró ayer a Efe que las inversiones realizadas por instituciones y miembros de la Iglesia Católica se han hecho "por ignorancia" y "de buena fe". "Nos han robado el dinero", aseguró Villegas. Asimismo, el portavoz de la confederación comentó que las congregaciones religiosas que colocaron el dinero en Gescartera no saben diferenciar entre inversiones especulativas y no especulativas.

Paralelamente, la Conferencia Episcopal, a través del obispo secretario, Juan José Asenjo, aseguró a Efe que los fondos que han invertido en Gescartera diferentes diócesis españolas "proceden de las fundaciones que se han creado a instancias de los fieles, y para cuyo funcionamiento éstos entregan un dinero que no es de la diócesis, sino de ellos, y que la Iglesia debe administrar".

En este sentido, rechazó que el capital que recibe la Iglesia por asignación tributaria se haya administrado mal. Según Asenjo, la Conferencia Episcopal coge el dinero de Hacienda con una mano y lo suelta con otra, ya que lo remite a las diócesis para el salario de los sacerdotes, actividades de culto y conservación del patrimonio.

La semana pasada, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, aseguró a Europa Press que "lo que no puede hacer el Gobierno es garantizar una financiación [a la Iglesia católica], incluso a través del impuesto sobre la renta, para que luego ese dinero se destine a la especulación".

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, también pidió cambios en la relación Iglesia-Estado.

Numerosos organismos eclesiásticos, como diócesis, órdenes religiosas, fundaciones u ONG vinculadas a la Conferencia Episcopal, invirtieron en Gescartera. El diario El País aseguró el domingo que las inversiones de la Iglesia suman 2.500 millones.

 

El juez pide a la Interpol que investigue las cuentas de Camacho

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha pedido a la Interpol que abra una investigación que determine si existen cuentas del propietario de Gescartera, Antonio Camacho, en Suiza o en paraísos fiscales como las islas Jersey o Caimán. Si se localizan esas cuentas secretas y si tienen fondos, se pediría, mediante una comisión rogatoria al país correspondiente, la intervención y bloqueo de las mismas, según Europa Press.

Anticorrupción pidió anteayer al juez que se iniciara una "investigación policial urgente" con el fin de detectar las supuestas cuentas que Camacho tiene abiertas en el suizo EFG Bank Group de Ginebra, para evitar que el dinero que pueda haber allí desaparezca.

Por otro lado, ayer se supo que Teresa Palacios dio permiso para que el imputado José María Ruiz de la Serna fuese a la sede de la agencia de valores, bajo vigilancia de la CNMV, para coger documentos que acrediten las últimas declaraciones de la renta de Ruiz de la Serna, sometido actualmente a inspección fiscal.

Acusación popular

El fiscal también ha emitido ya el informe necesario sobre la querella presentada por la Asociación para la Defensa de los Impositores de Bancos y Cajas de España (Adicae), que pretende personarse en el caso como acusación popular. En dicho informe insta a Adicae a especificar el número de afectados a los que representa y cuáles son las personas físicas o jurídicas. Posteriormente, el juez decidirá si acepta o no la personación.

Por otro lado, Adicae anunció ayer que demandará al diario El Mundo por publicar la lista de clientes de Gescartera. Según Adicae, "la publicación de estos nombres viola el secreto bancario, el secreto judicial y la intimidad de las personas".

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