Deutsche Telekom se protege frente a más ventas de acciones
Los directivos de Deutsche Telekom intentan controlar todos los flancos para evitar que continúe la debacle bursátil, que ha restado a la compañía un tercio de su valor en Bolsa en sólo 12 sesiones. El detonante de la actual crisis fue la venta, por parte de un accionista desconocido, de 44 millones de acciones del ex monopolio alemán en un día, una desinversión que varios periódicos han atribuido al conglomerado chino Hutchison Whampoa.
Con este precedente, el objetivo actual de Deutsche Telekom es evitar que otras ventas de socios relevantes le cojan por sorpresa y tengan el mismo reflejo en el valor. Así, la operadora confirmó ayer que ha mantenido conversaciones con inversores para asegurarse "una venta suave de las acciones".
En septiembre expira el compromiso de permanencia en el capital de accionistas como Sonera o Goldman Sachs, que recibieron 232 millones de títulos tras la compra de VoiceStream por parte Deutsche Telekom. El temor del mercado está en que se vendan en bloque y terminen de hundir la cotización.
Nadie puede evitar que estos accionistas vendan los títulos; Sonera ya ha confirmado que lo hará antes de final de año para reducir deuda. Lo único que puede hacer Deutsche Telekom es convencer a la operadora finlandesa y a los otros socios de que hagan una venta ordenada que no dañe el valor.
Crédito
En medio de la debacle bursátil, Deutsche Telekom ha pedido a los bancos que le renueven por un año más la línea de crédito de 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas) que tenía abierta. Esta opción estaba prevista en el préstamo original suscrito con una treintena de bancos, que ahora tienen que acceder a la petición de la operadora.
Deutsche Telekom pidió el crédito el año pasado, después de pagar 1,4 billones de pesetas por una licencia de UMTS en Alemania. También solicitó un préstamo, cercano al billón de pesetas, para adquirir la operadora de telefonía móvil británica One 2 One.