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ANDALUCIA

Primaflor construye 60 casas en Almería para alojar a inmigrantes

Primaflor tiene en proyecto la construcción de 60 casas para alojar a los inmigrantes que trabajan en esta empresa almeriense, líder en España en la producción de lechuga. Para la próxima campaña ha precontratado 300 ecuatorianos, a los que facilitará viviendas, ya sea en alquiler o propiedad.

La empresa almeriense Primaflor, principal productora de lechugas de España, ha decidido construir viviendas para sus trabajadores con el objetivo de paliar las dificultades que tienen para encontrar alquileres en el entorno y conseguir una plantilla más estable que le permita abordar nuevas líneas de negocio.

La empresa ya tiene autorización municipal para edificar 24 viviendas en Cuevas de Almanzora (Almería) y está a la espera de que el Ayuntamiento almeriense de Pulpí, donde tiene su sede, les conceda licencia municipal para levantar otras 40. En total, en esta primera fase, prevé invertir unos 250 millones de pesetas (1,5 millones de euros) en construir casas adosadas de uno y dos dormitorios que entregará a su personal con la equipación y mobiliario básico.

"Inicialmente quisimos construir 200 viviendas, pero hemos visto que no es fácil", dice el gerente de Primaflor, Lorenzo Belmonte, en alusión a la resistencia de los municipios a acoger un importante número de casas para inmigrantes. "Entonces optamos por hacer varios grupos, para no crear guetos, en las propias fincas".

En plena campaña, Primaflor dispone de más de 600 trabajadores locales, 1.500 que cada día se desplazan en autocares fletados por la empresa desde municipios de Almería y provincias limítrofes y otros 400 a los que facilita vivienda, ya sea en cortijos de su propiedad (tiene una decena rehabilitados) o pisos de alquiler.

"Cada día es más difícil encontrar alquileres", argumenta Belmonte, "pese a que es Primaflor quien alquila y paga una media de 50.000 pesetas por piso". La empresa cobra después al trabajador "una cantidad simbólica" de 5.000 pesetas. El gerente de la firma sostiene que no se trata tanto de rechazo a los inmigrantes "como a los agricultores en general. Hay muchas casas vacías en el entorno, pero son o segundas residencias o viviendas turísticas que nadie quiere alquilar a agricultores".

Para la próxima campaña, Primaflor se hará cargo otra vez del alojamiento de 400 trabajadores, de ellos 100 españoles y 300 extranjeros. Concretamente ha solicitado 300 jornaleros ecuatorianos que llegarán a Pulpí con un contrato para nueve meses, al cabo de los cuales regresarán a su país.

"Nuestro objetivo es ofrecer alojamiento tanto a esos trabajadores como a muchos de los que vienen desde lejos en autocar para conseguir una plantilla estable y profesionalizada que nos permita entrar en nuevas líneas de negocio".

Hace seis meses Primaflor comenzó a estudiar y experimentar la durabilidad y aceptación de la lechuga troceada y envasada en atmósfera controlada. "Ha sido un éxito. En la próxima campaña esperamos consolidar la exportación y entrar en el mercado nacional". Además, hace un mes empezaron a trabajar con ajo pelado, al que seguirá el laminado y la pasta de ajo.

La previsión de la empresa es aumentar un 20% la producción anual, lo que requerirá a medio plazo, "si todo va bien", un incremento de plantilla de hasta el 60%. "Por eso necesitamos estabilidad", recalca Belmonte.

Primaflor factura 12.000 millones de pesetas (72,12 millones de euros). La mitad de estas ventas procede de la lechuga, y el resto, del tomate cherry, apio, rábano, ajos y cebollas y verduras específicas para restaurantes chinos.

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