Airtel es la segunda telefónica europea que menos creció en el último año
España ha sido uno de los países europeos donde más se ha notado el parón en el crecimiento del mercado del móvil. Las tres telefónicas celulares han sumado sólo 6,71 millones de clientes en los últimos 12 meses, frente a los 10 que añadieron en el año precedente. La principal culpable es Airtel, que sólo pudo anotarse un millón de nuevos usuarios, lo que sitúa a la filial de Vodafone en la penúltima posición entre las 15 principales operadoras europeas.
España es uno de los países europeos donde más se ha notado el parón del mercado. En los 12 meses que median entre junio de 2000 y el mismo mes de este año, Telefónica Móviles, Airtel y Amena han captado 6,71 millones de clientes, lejos de los casi 10 millones que añadieron en el año precedente.
La principal responsable ha sido Airtel, que, según los datos de la consultora European Mobile Communications (EMC), ha sumado sólo un millón de clientes en 12 meses. Con esta cifra, ocupa la penúltima posición por crecimiento de usuarios entre las 15 mayores operadoras de móvil en Europa, sólo superada por la holandesa KPN, aquejada de serios problemas financieros y que compite en un país de ocho millones de habitantes, frente a los 40 que hay en España.
Fuentes de la compañía achacan este hecho a los conflictos accionariales que han convulsionado Airtel, así como a los cambios en la cúpula ejecutiva que terminaron en junio con la salida de Ignacio Sánchez Galán.
Una portavoz oficial de Airtel, sin embargo, aseguró ayer que las cifras de captación de clientes son el resultado de la estrategia implantada por Vodafone, que busca maximizar la rentabilidad por usuario.
En el lado contrario de la clasificación de crecimiento europeo está T-Mobile, filial de Deutsche Telecom, seguida por su más directa competidora, Mannesmann. La dueña de Airtel, Vodafone, tampoco sale bien parada, no tanto por su posición en la lista (es la octava de 15), sino porque se ve superada en captación de clientes en el Reino Unido por sus dos rivales, Orange y One 2 One.
La otra española del ranking europeo es Telefónica Móviles, que ocupa la séptima posición, con más de tres millones de altas en 12 meses.
Los datos de Amena no se han recogido, ya que no se encuentra entre las 15 más grandes. Con todo, su crecimiento en clientes, con dos millones de altas, también supera al de Airtel.
Pero, si la mala noticia es que España ha notado el impacto del parón en el móvil, la buena es que ha logrado frenar el avance de los usuarios prepago entre sus filas. Sigue siendo el cuarto país de Europa con mayor proporción de este tipo de clientes, sólo superada por Italia, Portugal y el Reino Unido. Y, sin embargo, Telefónica Móviles, Airtel y Amena han conseguido frenar el alza de unos consumidores que consideran de menor calidad, ya que su perfil de gasto es más bajo y su fidelidad, más cuestionable.
La clave de la contención ha estado en Amena, que tenía un 88% de clientes sin contrato a junio de 2000 y ha rebajado el porcentaje hasta el 78% al final del mismo mes de 2001. Móviles y Airtel, mientras, han aumentado muy ligeramente la proporción en el cómputo interanual, de forma que la media española queda estable.
Sólo otros dos países entre los 17 más importantes de Europa han tenido un comportamiento similar; Grecia, que también mantiene la cuota, y Dinamarca, que la reduce.
En cualquier caso, el peso de los clientes prepago sigue siendo muy elevado en el Viejo Continente. Más de dos de cada tres usuarios españoles de móvil prefieren no tener una relación contractual con su operador y utilizan las tarjetas prepagadas.
En Italia, el líder de la clasificación, esta elección la hacen nueve de cada diez clientes. Así, no es extraño que los cuatro primeros operadores de Europa con más usuarios prepago sean italianos. En el Reino Unido la cifra supera el 70% y sólo Noruega, Suecia, Dinamarca y Suiza logran bajar del 50%.
Estos datos no preocuparían a las telefónicas si el crecimiento del número de clientes mantuviera los ritmos otros años. En el último semestre de 2000 y el primero de 2001, sin embargo, el boom se ha enfriado y las operadoras han tenido que cambiar de política. El objetivo ahora es fidelizar a los clientes más rentables y conseguir que gasten más, y la mejor forma de hacerlo es que estén abonados.