Iberdrola recurrirá a las vías legales para no quedar fuera del consejo de EDP
Los desencuentros entre Iberdrola y su antiguo socio, la compañía portuguesa Electricidade de Portugal (EDP), suben de tono. El equipos de abogados de la eléctrica que preside Íñigo de Oriol tiene órdenes de recurrir a todas las vías legales que permite la legislación lusa para evitar que Iberdrola quede fuera del consejo de administración de EDP, donde Iberdrola es el principal accionista privado con el 4%.
El grupo luso nombró como consejero a Antonio de Sousa, presidente de Caixa Geral de Depósitos, en el puesto que le correspondía a Iberdrola, aprovechando que la eléctrica vasca sustituía a su anterior representante, Javier Herrero, por el nuevo vicepresidente y consejero delegado, Ignacio Galán.
Iberdrola está "confusa y agitada" por la actitud de EDP, que está participada al 30% por el Gobierno de Portugal y que no ha respondido a sus requerimientos, incluso por vía notarial, para materializar el relevo de su representante en el consejo de la compañía lusa.
Las diferencias entre ambos van en aumento desde hace tres años, cuando los dos grupos formaron una piña con el anuncio, en el segundo trimestre de 1998, de una alianza para el desarrollo conjunto en Iberoamérica. Luego, Brasil, donde EDP tiene importantes sinergias culturales, se ha convertido en el puntal principal de Iberdrola en ese continente. Pero el fracasado proyecto de fusión del grupo de Oriol con Endesa fue la puntilla que separó a los antiguos socios ibéricos. Desde entonces nada ha sido igual.
Hidrocantábrico
El último capítulo, hasta ahora, en esta escalada de tensión llegó con los movimientos accionariales en Hidrocantábrico, donde EDP pujó por tomar posiciones con la oposición manifiesta de Iberdrola. Al final, la compañía lusa, junto a Cajastur, consiguió controlar el 35% de la sociedad asturiana, pero tomó nota de la actitud de la corporación que preside Íñigo de Oriol, quien, en la última junta de accionistas de esta sociedad, celebrada el pasado 16 de junio en Bilbao, abogó por "encontrar ámbitos de colaboración en el futuro, más allá de cualquier coyuntura".
Pero antes de estas palabras, en enero de 2001 y cuando se vislumbraba el intento de alianza con Endesa, Iberdrola ya había materializado la salida de su consejo del único representante de EDP, que tiene el 2,25% de la eléctrica vasca.
Así, en el citado mes de enero, EDP perdía a su único hombre en el consejo de Iberdrola, Jorge Fernando Alves Ferreira, que había sido nombrado para ese puesto pocos meses antes, en concreto el 11 de octubre de 2000, también por sustitución del anterior, en ese caso Mário Cristina de Sousa, luego ministro de Economía de Portugal.