Los datos sugieren un retroceso del diferencial a menos de un punto
La bajada de los precios en el mes de julio ha hecho descender el IPC armonizado español -que sirve para hacer comparaciones con todos los países de la Unión Europea- al 3,7%, cinco décimas menos que en el mes de junio, cuando este indicador fue del 4,2%. Esto situaba el diferencial de precios con la UE en un 1,4%.
Sin embargo, y pese a que la inflación de las principales economías europeas también está registrando descensos, la caída del IPC armonizado español en julio lleva a suponer que el diferencial de precios con el resto de países comunitarios se reducirá este mes, probablemente a menos de un punto. Así lo espera, al menos, el propio secretario de Estado de Economía, José Folgado, quien confió ayer en dicha reducción.
Este recorte del diferencial supondrá un avance para la competitividad española, ya que en el último año los precios españoles han estado alrededor de punto y medio por encima de los europeos.
A este respecto, Folgado insistió ayer en que "necesitamos mantener y ganar competitividad dentro de Europa y, en particular, dentro del euro".
Acortar el diferencial de precios con la UE es algo imprescindible para España, sobre todo en un contexto generalizado de reducción de la inflación en la mayoría de las economías europeas.
Precisamente ayer se conoció también que Francia y Reino Unido también redujeron su IPC un 0,2% durante el mes de julio. De esta forma, la inflación interanual francesa queda en el 2,1%, debido principalmente a tres factores. En primer lugar, a los efectos de las rebajas, que supusieron un retroceso del precio de los productos manufacturados del 1,3%; en segundo término, a la caída del precio del petróleo, que hizo disminuir el precio de la energía un 1,9%; y, por último, al abaratamiento de los alimentos frescos, que redujeron su precio un 2,3%.
En el Reino Unido, la inflación subyacente, que excluye el pago de los intereses hipotecarios, también bajó en julio pasado un 0,2% y se situó en un 2,2%.
La inflación interanual, que en el caso británico incluye los intereses hipotecarios, bajó un 0,3%, hasta colocarse en el 1,6%, la cifra más baja desde noviembre de 1999. Estas cifras son incluso menores a las esperadas por los analistas del Reino Unido.
La excepción la registró ayer Portugal, donde el IPC subió en julio un 0,1%, lo que situó la tasa de inflación interanual en el 4,3%. En línea con lo ocurrido en España, los precios que más contribuyeron a la subida de los precios en Portugal fueron los del sector de la alimentación y bebidas no alcohólicas, que se incrementaron un 0,3%, así como los de los hoteles, cafés y restaurantes, cuya subida fue del 0,4%.
Más bajadas en Alemania
Ayer también se conocieron los datos de los precios de comercio al por mayor de Alemania, que bajaron un 0,8% en julio. En lo que va de año estos precios han descendido hasta el 2,2% desde el 3,1% en junio y el 4% en mayo. Esto confirma, según las autoridades alemanas, la tendencia descendente de la inflación en Alemania y, en general, en los países de la zona euro.
El clima generalizado de bajada de precios en los países de la Unión Europea podría hacer que el Banco Central Europeo se replantee su política monetaria y vuelva a acometer una rebaja de tipos de interés en su reunión del próximo 30 de agosto, tras la rebaja llevada a cabo, por sorpresa, el pasado 10 de mayo, cuando redujo los tipos del 4,75% al 4,5% actual. De igual forma podría actuar el Banco de Inglaterra -que no pertenece a la política monetaria común- recortando los tipos de interés en el Reino Unido, que ahora están en el 5%.