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INTERNACIONAL

Argentina apura su capital político y social al endurecer el ajuste

El Gobierno argentino aprobó un decreto en la noche del lunes donde recoge un fuerte recorte del gasto de los dos organismos que gestionan las jubilaciones, hasta ahora al margen del ajuste generalizado por el que los sueldos y las pensiones públicas se reducen un 13%.

El Gobierno pretende demostrar así a Washington su compromiso con el plan de déficit cero, requisito imprescindible para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acceda a otorgar nueva ayuda financiera a Argentina. De hecho, pocas horas antes el presidente de EE UU, George Bush, había instado a Argentina a cumplir estrictamente con sus planes de ajuste.

Pero la decisión puede costarle caro en términos políticos y sociales al Gobierno de Fernando de la Rúa.

Los piqueteros (desocupados, empleados públicos y maestros) iniciaron ayer su tercera jornada de huelgas contra el recorte y prolongarán los bloqueos de carreteras y las manifestaciones hasta el jueves.

Los analistas aseguran que si no se alcanza de inmediato el déficit cero (gastar sólo lo que se ingresa, sin recurrir a endeudamiento) el Gobierno se verá obligado a incrementar el recorte en el sector público, lo cual resulta políticamente inviable.

El ajuste ha agravado las diferencias en el seno de la Alianza de Gobierno, formada por la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frente del País Solidario (Frepaso). El candidato al Senado de De la Rúa perdió el domingo las elecciones primarias en la UCR, lo que demuestra la falta de apoyo político en su propio partido. Además, los senadores del partido del ministro de Economía, Domingo Cavallo, han anunciado que se unirán al opositor Partido Justicialista para concurrir a las elecciones al Senado del próximo mes de octubre.

La falta de viabilidad política del ajuste es uno de los aspectos que más están ponderando el FMI y el Gobierno de EE UU a la hora de decidir si conceden a Argentina la ayuda adicional que solicita (al menos 6.840 millones de euros) para apuntalar el sistema financiero.

Tras cinco días de intensas negociaciones, la delegación argentina desplazada a Washington pudo entrevistarse ayer finalmente con el director del Fondo, Horst Köhler. De forma paralela, el senador justicialista Remes Lenicov mantuvo reuniones con responsables del FMI, lo que demuestra la fuerte división política en Argentina, pese a la grave situación que atraviesa el país.

La demora en una decisión del Fondo, que se espera positiva, volvió a subir el riesgo-país a los 1.500 puntos.

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