El IPC retrocede en julio al 3,9%, la primera caída desde febrero
El índice de precios de consumo (IPC) registró un moderado avance del 0,2% en julio, lo que representa que la tasa acumulada en los siete primeros meses del año se sitúa en el 2,3%, frente al 2% previsto por el Gobierno para todo el ejercicio, y la tasa interanual desciende al 3,9%.
El buen comportamiento de los precios energéticos ha sido la clave que explica que durante el pasado mes la inflación sólo haya aumentado un 0,2%, la menor subida en dicho periodo desde 1997. Sin embargo, los alimentos frescos continúan un mes más siendo uno de los grupos más inflacionistas, junto con ocio y cultura y turismo. Pese a ese nuevo tirón de los alimentos, la tasa subyacente cayó una décima, hasta el 3,5%.
No hubo lugar para las sorpresas y julio dio por fin un respiro a la inflación. El buen comportamiento de los precios de carburantes y combustibles, que sólo en un mes descendieron un 3,5% y en tasa interanual aumentaron un 0,8%, ha permitido que la tasa general aumentara sólo un 0,2%, el menor incremento del mes de julio desde 1997. Así, el índice general descendió desde el 4,2% de junio al 3,9%, la primera caída desde enero de 2001, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como ya viene siendo habitual en esta época del año, los grupos más inflacionistas en julio fueron los de ocio y cultura, que protagonizaron un encarecimiento del 2% respecto al mes anterior, seguido de hoteles, cafés y restaurantes, con un 1,2% de incremento. Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una subida del 0,7%, fue el tercer grupo con un incremento más elevado.
Precisamente este encarecimiento de los alimentos, provocado en gran medida por el impacto de las últimas crisis agrarias, es uno de los componentes que posiblemente diferenciará el comportamiento de la inflación en España del resto de los países europeos, donde los precios de los alimentos frescos también están experimentando significativas caídas.
El INE destacó el incremento registrado por los alimentos elaborados, que fue del 0,3%, mientras que el de los frescos se elevó al 1,2%, con lo que su encarecimiento en los últimos 12 meses ya alcanza el 10,4%.
Y es que si la evolución de la tasa general de inflación preocupa al Gobierno, más serio es el comportamiento de la tasa subyacente, aquella que excluye la variación de los precios energéticos y de los alimentos frescos, que durante julio se incrementó nada menos que en otras cinco décimas, aunque en tasa interanual cayó desde el 3,6% de junio al 3,5%, el primer descenso desde marzo de 2000, cuando del 2,2% disminuyó al 2,1%.
Esta tasa, que mide los movimientos de los precios estructurales, aquellos que menos se ven afectados por la volatilidad, es la que marca la verdadera tendencia de este desequilibrio. De hecho, las estimaciones del Gobierno no descartan que la subyacente se cruce con la tasa general en los próximos meses de continuar el descenso de los precios energéticos.
Las comunidades autónomas más inflacionistas fueron Baleares, Castilla y León y Murcia, con el 4,2%.
Expectativa general ante un cambio de tendencia
El secretario de Estado de Economía, Energía y Pymes, José Folgado, calificó ayer en Zamora los datos del IPC correspondiente a julio como "muy positivos", aunque reconoció que una tasa de inflación del 3,9% es todavía alta y confió en que siga reduciéndose en los próximos meses. Por lo que se refiere a la inflación subyacente, el secretario de Estado de Economía se felicitó porque en el último mes se redujo una décima y cambió la tendencia de incrementos de los últimos meses.
Por su parte, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, acusó ayer al Gobierno de ser incapaz de controlar la inflación en España. Blanco advirtió que de continuar la actual tendencia, se podría acabar el año con un IPC cercano al 4%, lo que conllevaría consecuencias negativas para la economía y la creación de empleo.
Tanto UGT como CC OO calificaron de positivos los datos de inflación de julio, si bien recordaron que el control de los precios aún está lejos y reclamaron que los empleados públicos y los perceptores del salario mínimo interprofesional (SMI) recuperen poder adquisitivo, ya que son colectivos a los que se les ha aplicado un incremento salarial del 2%, igual a la inflación prevista para todo 2001.
Las Cámaras de Comercio destacaron el cambio de tendencia de los precios, lo que confirma sus previsiones para el conjunto del año. Por último, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aseguró ayer que los datos del IPC de julio "confirman" sus previsiones de que el descenso moderado de los precios del petróleo ha sido suficiente para contener la inflación. La disminución de la tasa interanual hasta el 3,9% fue calificada como muy relevante por la patronal, que añadió en un comunicado que el incremento de la subyacente "frena el proceso de traslación de precios a la economía".
La carne de ave y la patata, lo que más sube
El precio de la carne de ave se ha recuperado espectacularmente al subir un 4,2% en julio, tras una bajada del 3,2% en junio. La patata se incrementó el 2,8%. Algo similar ocurrió con el pescado fresco y congelado, que aumentó su precio un 2,7%, lo que le hizo ser el elemento que más aportó al índice (0,04 puntos).