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TRIBUNA

<I>Consultoría y consultores del siglo XXI</I>

Mucho está cambiando en el mundo empresarial en general y en el de la consultoría en particular. Los cambios permanentes del mercado han afectado, y de qué manera, a este sector. Al igual que ocurre con sus clientes, los consultores tradicionales hacen frente a una actividad frenética en el que la única constante es el cambio. Así, los procesos de fusiones, alianzas y reestructuraciones determinan las características de un mercado complejo y poco previsible de cara a este nuevo siglo.

Las consultoras ganadoras del siglo XXI serán aquellas que sepan responder a las necesidades específicas que les planteen sus clientes; aquellas que ayuden a sus clientes a adoptar estrategias para el cambio -que es lo único cierto hoy- y que les apoyen para que sean flexibles y puedan variar su estrategia, si cambian las circunstancias o el entorno.

Para ello deben ser capaces de acompañar a sus clientes a lo largo de su ciclo de vida y proporcionarles soluciones que les aporten valor en cada una de sus circunstancias: cuando comienzan, cuando quieren crecer, cuando compran o se fusionan e incluso cuando son comprados.

Las consultoras ganadoras del siglo XXI son, en definitiva, aquellas que ayudan a sus clientes a convertirse en organizaciones flexibles, capaces de organizarse y adaptarse permanentemente a los cambios. Aquellas que les asesoran en la innovación de productos y servicios, en los cambios de los procesos productivos, en las reestructuraciones...

Con estas premisas, surge una segunda cuestión: ¿qué tipo de personas necesitan las consultoras para hacer frente a estos retos? Las características del consultor del siglo XXI son, además de la excelencia profesional en sus especialidades, la lealtad y el alineamiento con los proyectos en que participan, que sepan disfrutar y hacerse amigos de sus clientes, la habilidad de gestionar negocios y añadir valor a los proyectos en los que participan, pues, sin lugar a dudas, su éxito se va a medir por el éxito que consigan para sus clientes.

Son personas con alta capacidad de colaboración, que pueden escuchar, hacer preguntas y sintetizar la información con facilidad. Consultores que no esperan a que les llame su cliente, sino que le visitan para proponerle ideas o plantearles nuevos conceptos. Personas que consiguen conectar planteamientos teóricos y prácticos entre el trabajo que hacen con los objetivos y metas de sus clientes.

Las consultoras y consultores del siglo XXI son aquellos que aportarán valor a sus clientes y les ayudarán a adquirir ventajas competitivas que se traduzcan en resultados inmediatos y duraderos.

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