La mayoría de las obras robadas a Esther Koplowitz no estaban aseguradas
La mayoría de las obras de arte robadas a Esther Koplowitz carecía de seguro, según señalaron ayer fuentes de la investigación y confirmó un portavoz de la familia. Según estas fuentes, sólo "una o dos" de las piezas robadas a la empresaria podrían estar aseguradas y, en todo caso, no es ninguna de las obras más cotizadas.
Los motivos esgrimidos son que las pólizas de seguro en este tipo de piezas tan valiosas "no son habituales" debido a su elevado coste. El precio de la póliza suele oscilar entre el 1 y el 4 por mil del valor de la obra (sólo uno de los goyas robados está valorado en unos 2.000 millones de pesetas, 12 millones de euros).
Lo que sí suele hacerse es contratar seguros puntuales "para traslados o préstamos, pero éste no era el caso", señalaron ayer fuentes de la familia a Servimedia.
Los 14 cuadros robados estaban declarados como bienes de interés cultural y forman parte del Inventario de la Junta de Evaluación del Patrimonio Histórico, lo que implica que el propietario goza de ventajas fiscales para la conservación de las obras. Algunos expertos en arte han criticado las escasas medidas de seguridad que la empresaria tenía en la residencia de Madrid donde se produjo el robo.
Los investigadores creen que la operación estaba perfectamente planeada y que se realizó por encargo o para exigir un rescate. De hecho, los ladrones, que asaltaron el piso forzando la puerta y atacando a un vigilante, seleccionaron las piezas y dejaron tres tablas flamencas del siglo XIV, que siguen colgadas en el salón sin haber sido tocadas. También renunciaron a algunos cuadros menores y a obras de autores contemporáneos. La policía está haciendo inventario de las piezas de valor de la casa.