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UGT no aceptará que la ley fije las materias a negociar en los convenios

El acuerdo entre Gobierno, sindicatos y empresarios para reformar la negociación colectiva cada vez se presenta más difícil. UGT criticó ayer duramente el documento del Ministerio de Trabajo que pretende ser el eje de la reforma y condicionó su apoyo al proyecto a que el Gobierno "cambie de rumbo". En concreto rechaza que la ley fije las materias a tratar en cada ámbito de la negociación y la pretensión del Gobierno de limitar o eliminar la prórroga automática de los convenios.

Ninguno de los interlocutores sociales se había pronunciado con detenimiento hasta ahora acerca del documento del Gobierno para reformar la negociación colectiva. Ayer lo hizo UGT para rechazar punto por punto dicha propuesta, que calificó de "insatisfactoria o no válida".

Dicho esto y tras reiterar su deseo de llegar a un acuerdo en esta materia, el sindicato que lidera Cándido Méndez puso como principal condición para consensuar cualquier aspecto, que el Gobierno cambie por completo su pretensión de debilitar la negociación colectiva en aquellos ámbitos sectoriales donde más peso tienen los sindicatos, y que abandone la idea de fortalecer las posiciones empresariales en todos los ámbitos de la negociación. Además, UGT critica también "el ataque de sordera" de los responsables de Trabajo, por no recoger en su documento las posiciones de los sindicatos y sí de la patronal.

La central es tajante al rechazar de plano, por dificultades técnicas, entre otras cosas, la intención del Gobierno de fijar por ley un modelo de reparto de materias en cada nivel de negociación. Esto sería, a ojos de UGT, "artificial, inoperante y hasta perjudicial". Además supondría, según el sindicato, "una ampliación inimaginable de la individualización de las relaciones laborales".

Por contra, UGT denuncia que Trabajo en su documento "esfuma" cualquier posibilidad de acometer una de las principales pretensiones sindicales, que consiste en "ampliar la capacidad limitada que en este momento tienen los convenios estatales para fijar de forma fiable y segura las reglas de negociación en el sector".

UGT arremete asimismo contra la idea de Trabajo de facilitar aún más las cláusulas de descuelgue (posibilidad que tiene la empresa con dificultades económicas de no cumplir los salarios de convenio).

El otro gran asunto de la propuesta de Trabajo que esta central no asumirá es la sustitución o limitación, a través de mecanismos de arbitraje o comisiones paritarias, de las prórrogas automáticas de los convenios cuando vence su vigencia y no se ha negociado uno nuevo (lo que se conoce como ultraactividad). Es más, UGT advierte al Gobierno que dicha supresión o limitación de la ultraactividad "dará lugar a la aparición de brotes fuertes de conflictividad".

Por otra parte, CC OO de Cataluña propondrá a las patronales catalanes, así como a UGT, negociar un acuerdo marco que establezca las condiciones de trabajo y los derechos profesionales mínimos de los trabajadores que no posean un convenio colectivo propio, informa Pilar Abril.

Como principal punto de este acuerdo, CC OO pide crear un salario mínimo garantizado, específico para la comunidad, que se debería situar inicialmente en torno a las 110.000 pesetas mensuales (frente a las 72.120 pesetas mensuales del salario mínimo en 2001).

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