Rusia logra un superávit fiscal del 1,8% hasta julio
El Gobierno ruso está desempeñando un fuerte control del gasto público y ha logrado registrar un superávit presupuestario del 1,8% del PIB en los siete primeros meses del año, según informó ayer el Ministerio de Finanzas. Además, las perspectivas son bastante buenas, porque el superávit de julio fue equivalente al 4,4% del PIB.
Por otra parte, el superávit primario (que excluye los pagos de los intereses de la deuda) fue en los siete primeros meses del año del 4,8% del PIB. El control presupuestario es clave para la buena salud de la economía rusa, cuya deuda acumulada con el Club de París asciende a 54.720 millones de euros (más de nueve billones de pesetas). Los pagos anuales alcanzarán el récord de 20.520 millones de euros en 2003, por lo que las autoridades están combinando el rigor presupuestario con negociaciones con los distintos acreedores para relajar el calendario de pagos de la deuda.
Los expertos afirman que los principales factores que han ayudado a estos buenos resultados se centran en los ingresos, altos precios del petróleo, elevada inflación y efectividad de la reforma fiscal. La inflación alcanzó en junio la cota del 23%, pero los analistas pronostican una bajada a cifras entre el 16% y el 18% para finales de año.
El buen dato presupuestario ratifica el optimismo del Ejecutivo ruso, que la semana pasada elevó un 3% su previsión de crecimiento del PIB.