El nuevo repunte del paro en Alemania hace peligrar la política de Schröder
Las cifras del paro registrado en Alemania durante el mes de julio han sido un duro varapalo para los objetivos del canciller, Gerhard Schröder, de reducir el desempleo a 3,5 millones de personas el próximo año. Y es que durante el mes pasado 104.300 personas pasaron a engrosar las listas del paro alemán, lo que significa un total de 3.798.000 desempleados, el 9,2% de la población activa.
El presidente de la Oficina Federal de Empleo, Bernhard Jagoda, admitió ayer, durante la presentación de los datos del paro de julio, que la debilidad económica hace extremadamente difícil cumplir el objetivo de reducir el desempleo este año 100.000 personas, tal y como estaba presupuestado, hasta situar el total en 3,7 millones de parados.
Para lograr esa meta sería necesario "un auge espectacular" en otoño, dijo Jagoda, quien puso en duda que esto sea posible y dejó entrever que ante esta situación aún será más difícil conseguir que el desempleo se reduzca a 3,5 millones de personas a finales de 2002, informa Efe.
Este aumento del 0,3% en la tasa de paro de julio ha situado el total en el 9,2% de la población activa, frente al 8,9% registrado en junio.
Si se excluyen los factores estacionales, el desempleo acumula en los siete primeros meses del año un incremento de 100.000 personas.
Pero al margen de las desfavorables cifras conocidas ayer, en vista de los últimos pronósticos que ha realizado el consejo de economistas que asesora al Ejecutivo, conocido como los Cinco Sabios, sobre el crecimiento económico, por el momento no hay visos de que la situación del mercado laboral pueda mejorar en el corto plazo.
Los economistas coinciden en que un previsible crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,4%, cifra que incluso algunos expertos califican como optimista, es insuficiente para dar un decidido impulso al mercado laboral.
Quizá con esta coyuntura desfavorable para el empleo el Ejecutivo se plantee acometer la negociación de la última propuesta del sindicato IG Metall de implantar la semana laboral de cuatro días con 28,5 horas como revulsivo para la creación de nuevos puestos de trabajo.
Por su parte, desde el Gobierno, el portavoz Uwe-Karsten Heye descartó la adopción de medidas urgentes para contrarrestar la debilidad económica.
La oposición, sin embargo, reclama que se adelante la siguiente etapa de la reforma fiscal, que prevé incentivos a las pymes, algo que elevaría el déficit público, posibilidad a la que se niega tajantemente el ministro de Finanzas, Hans Eichel.
Alza del 4,5% de las exportaciones durante mayo
Las exportaciones alemanas aumentaron en mayo un 4,5% respecto al mismo mes de 2000, mientras las importaciones retrocedieron un 2,7%, según la Oficina de Estadística.
En total, el volumen exportador sumó 54.500 millones de euros, y el de las importaciones, 46.050 millones de euros. El mayor incremento lo registraron las ventas a países que no pertenecen a la Unión Europea, hacia donde exportaron mercancías por valor de unos 25.000 millones de euros, lo que supuso un incremento del 10,1% respecto a mayo de 2000.
El nivel de las exportaciones a la UE, en cambio, se mantuvo prácticamente estancado al alcanzar sólo un crecimiento del 0,1% y un volumen total de 28.650 millones de euros. Peor fue la evolución de las ventas a los países de la zona euro, que registraron un descenso del 1% y un total de 22.250 millones de euros. Este descenso se debió en primer lugar al fuerte retroceso en las exportaciones a Francia, que disminuyeron un 6,1%.