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Los inversores europeos retiran en junio 3.300 millones de euros de los fondos

Los inversores europeos optaron por la cautela y ante la inestabilidad de los mercados retiraron más de 3.300 millones de euros (549.074 millones de pesetas) de los fondos de inversión en junio, una salida superior a la registrada en marzo. Los inversores españoles y suizos, dos excepciones, mantuvieron la tónica de las compras y fueron los únicos países que registraron suscripciones netas, según datos de Schroders Salomon Smith Barney.

España experimentó un cambio de tendencia en junio. Después de seis meses caracterizados por los reembolsos en estos productos, los inversores optaron por las compras. Los fondos de renta variable representan el 24% del total gestionado en este país.

Los inversores franceses dieron las mayores sorpresas. Las suscripciones netas en este país cayeron desde una media mensual de 299.495 millones de pesetas a prácticamente cero.

La demanda en el Reino Unido, por otra parte, se vio especialmente penalizada por una importante salida de capitales de inversores institucionales. Una circunstancia que eliminó notablemente el efecto de una fuerte demanda de fondos (83.193 millones de pesetas).

Según cálculos de Salomon Smith, la demanda agregada para este tipo de productos se sitúa en los 73.900 millones de euros en los últimos 12 meses, una cifra que regresa a los niveles de noviembre de 1999 y se encuentra un 56% por debajo del máximo alcanzado en noviembre de 2000, momento caracterizado por la euforia tecnológica en los mercados.

La debilidad de la demanda no sorprende a estos expertos dada la inestabilidad que atenaza a los mercados financieros y al sentimiento negativo que han generado los reembolsos característicos en los fondos de inversión en los últimos meses. Un repaso a la historia demuestra que hasta que no mejore la rentabilidad de las Bolsas, la demanda no comenzará a repuntar.

El flujo de capitales hacia la zona euro, sin embargo, sí se recuperó en mayo. Según estimaciones de Salomon, 8.700 millones de euros netos entraron en la zona euro, favorecidos por la venta de activos invertidos en el extranjero.

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