Ballabriga acusa a Chupa Chups de frenar su convenio de acreedores
El enfrentamiento entre las empresas catalanas Chupa Chups y Pastelería Ballabriga por el control de la empresa rusa de pastelería industrial Chok & Rolls está muy lejos de resolverse. Ambas firmas, que crearon esta compañía al 50% en enero de 1999 en San Petersburgo, se han enzarzado en una espiral de acusaciones.
Después de la última reunión que mantuvieron las dos partes en Rusia, el portavoz de Chupa Chups, Miguel Otero, aseguró que Ballabriga, que se encuentra en suspensión de pagos, "quiere ligar el futuro de la planta de Chok & Rolls a la resolución de su convenio de acreedores en España".
Por su parte, el director general de Ballabriga, Antoni Ballabriga, indicó que es Chupa Chups quien "liga las dos cosas". Según su versión, en las juntas generales extraordinarias de Chok & Rolls celebradas los pasados 14 de mayo y 6 de junio, los consejeros de Chupa Chups se presentaron acompañados del abogado y asesor jurídico Arturo Codina. Ballabriga vetó su participación en la primera de las juntas, pero no en la segunda. "Le vetamos porque, además de asesor jurídico de Chupa Chups, es el letrado que representa los intereses de uno de nuestros acreedores bancarios en el convenio de suspensión de pagos y es yerno del señor Enric Bernat, fundador de Chupa Chups".
Miguel Otero reconoció estos hechos, pero indicó que "la intención de la compañía es separar a este señor de la negociación con Ballabriga, por lo que ya no acudió a la última reunión del consejo de administración celebrado el pasado 26 y 27 de julio".
La chispa del conflicto han sido las nuevas inversiones para ampliar la fábrica de Chok & Rolls. Ballabriga, empresa familiar que factura unos 800 millones, apuesta por una inversión de 58 millones para ampliar la capacidad de la planta un 40%. Por su parte, Chupa Chups, que vende 75.000 millones al año, quiere realizar una inversión de 390 millones para ampliarla en un 80%.
Ante la negativa de Ballabriga a vender su 50% del negocio, Chupa Chups envió un escrito al juez que tramita la suspensión de pagos de Ballabriga advirtiendo que esta firma bloquea el desarrollo de Chok & Rolls, lo que hace peligrar el principal activo de la empresa. Ballabriga pide tres veces más de lo que ofrece Chupa Chups por su participación.