La General de Granada ampliará las funciones ejecutivas del presidente
El consejo de administración de la Caja General de Granada aprobó ayer por unanimidad conceder funciones ejecutivas a su nuevo presidente, Antonio María Claret-García, elegido el pasado 26 de julio. La decisión tendrá que ser ratificada por la asamblea general en septiembre.
El consejo también fijó la retribución de Claret-García en 17 millones de pesetas anuales (102.700 millones de euros), cantidad algo inferior que la percibida por su antecesor en el cargo, Julio Rodríguez, según indicaron fuentes de la entidad. Rodríguez, por el contrario, no disfrutaba de estas funciones ejecutivas. De hecho, las atribuciones sobre la organización de la caja constituyeron uno de los principales puntos de fricción política durante el anterior mandato presidencial de Rodríguez, a quien el PP y los sindicatos acusaban de sobrepasar el papel institucional que le conferían las antiguas normas internas de la caja.
El consejo también aprobó proponer a la asamblea la modificación puntual de los nuevos estatutos para conceder funciones ejecutivas al presidente y al vicepresidente primero de la entidad, el independiente y catedrático de Economía Aplicada, Manuel Martín.
La nueva Ley de Cajas de Andalucía permite la presidencia ejecutiva, lo que no ocurría antes. Para acceder a estas funciones Claret-García debe renunciar a sus cargos en el Parlamento andaluz y en la ejecutiva del PSOE-A.