Amusátegui se reúne con sus consejeros para buscar una salida
Los copresidentes del BSCH han decidido iniciar contactos para salir de la crisis en la que está inmersa la cúpula del banco sin que se activen medidas traumáticas, como acudir a los tribunales o cesar a Amusátegui (aunque éste podría adelantar su salida).
Un punto clave es el reforzamiento del cargo de Coscóstegui. Ayer, Amusátegui volvió a reunirse con los consejeros del BCH, incluido Santiago Foncillas.
Los copresidentes del BSCH, Emilio Botín y José María Amusátegui, ya han enseñado sus cartas. Amusátegui ha amenazado con llevar a los tribunales los posibles incumplimientos del pacto de fusión por parte de Botín.
Emilio Botín también ha dejado claro estar dispuesto a adelantar la salida de Amusátegui, para lo que intentó convocar un consejo extraordinario (Amusátegui también lo intentó el lunes 23 de julio). Además, ha iniciado un contraataque con el abogado Matías Cortés a la cabeza. Llegados a este punto, y conocedores de que tanto el Gobierno como el Banco de España no están dispuestos a mediar en una lucha de poder, los dos presidentes han decidido establecer contactos para resolver este conflicto.
Las medidas traumáticas han quedado aparcadas, a la espera de llegar a un acuerdo y asesorados por consejeros del banco, ya que a nadie le conviene acudir a los tribunales, más con los visos que apuntan a un largo conflicto judicial y sin cariz de prosperar (no está muy claro que se admitiera a trámite, como tampoco parece que Amusátegui contase con el apoyo de los consejeros del antiguo BCH). A Botín, que cuenta con el respaldo de Rodrigo Rato, tampoco le conviene convocar un consejo extraordinario para cesar a un presidente sin conocer el apoyo que tendría en la junta de accionistas.
De esta forma, ambas partes han decidido iniciar contactos que pasan por garantizar la permanencia de Ángel Corcóstegui como consejero delegado con todas las atribuciones que se derivan de este cargo. Y evitar que en el futuro puedan suceder hechos como la destitución de un director general (Luis Abril) y el nombramiento de otro (Juan Manuel Cendoya), sin contar con Corcóstegui.
La salida adelantada, pero no traumática, de Amusátegui también está en la mesa como parte del pacto.
Estos posibles acuerdos "están en línea con la propuesta tanto de Rodrigo Rato como del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana", señalan fuentes cercanas al conflicto.
Ayer se volvieron a reunir a comer en casa de Amusátegui los consejeros del BCH, incluso Santiago Foncillas, que estaba fuera de Madrid y regresó para estar presente en esta reunión, tercera que celebra Amusátegui en su casa en una semana y en la que hasta ahora no ha estado presente Foncillas (que había optado por un aproximamiento a Botín). En la primera reunión tampoco estuvieron presentes ni José Manuel Arburúa ni Pedro Ballvé, aunque fuentes asistentes a esta cena mantienen que estuvieron en contacto en todo momento.
"Si Amusátegui tiene que salir antes de marzo, lo hará. Amusátegui es una persona muy generosa y él sabe lo que tiene que hacer", afirmó ayer un consejero del BCH asistente a esta reunión.
En el BSCH se ha optado por no convocar consejo hasta septiembre (en octubre se debe jubilar Foncillas al cumplir 72 años). Además, el banco sigue su ritmo diario y Botín tiene previsto asistir el próximo 7 de agosto a la comisión de riesgos que celebrará el banco, con lo que se quiere dar un mensaje de tranquilidad.
Para recordar que el día a día del banco sigue, el BSCH remitió una nota en la que se afirmaba que el Santander Central Hispano Seguros se ha convertido en la primera compañía de bancaseguros, con unas primas de 1.045 millones de euros, cifra que pasa a ser de 1.166 millones si se agrega el negocio aportado por BCH Vida, que se fusionará con la primera en octubre.