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Comercio Exterior

Comercio lanza un Plan Japón para reactivar las inversiones y el turismo

Recuperar las inversiones y el turismo japonés en España y elevar la exigua presencia española en el mercado nipón son los objetivos del Plan Japón 2004, que acaba de aprobar la Secretaría de Estado de Comercio.

Los "buenos resultados" del Plan Japón 2000, aprobado en 1997, y las perspectivas de reactivación, "aunque todavía débil" de la economía japonesa son las razones que han impulsado a la Secretaría de Estado de Comercio a elaborar un nuevo programa de actuaciones en el mercado nipón.

Inspirado en los principios que justificaron la existencia de su antecesor, el Plan Japón 2004 tiene como objetivos esenciales aumentar las inversiones japonesas en España, recuperar el turismo nipón (afectado por la inseguridad ciudadana) y potenciar la presencia comercial y de las empresas españolas en este país, una de las prioridades geográficas del nuevo plan de internacionalización.

Para ello, el plan, que como otros anteriores (Plan Ampliación para Europa del Este o Plan Asia) tampoco dispone de recursos presupuestarios específicos, tendrá prioridad en la utilización de los instrumentos disponibles y, en especial, en los fondos de internacionalización que gestiona Cofides (Fiex y Fonpyme), el Programa de Apoyo a Proyectos de Inversión (PAPI), que administra el Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), y las líneas del ICO para internacionalización.

Con estas premisas, la estrategia de promoción comercial a desarrollar durante los próximos cuatro años en Japón incluye tres grandes líneas de actuación: creación de imagen del producto español, profundizando más en la imagen de sector que en el Made in Spain genérico; consolidación de marcas españolas e información.

Bajo estos parámetros, la estrategia de promoción comercial impulsará la introducción y consolidación de marcas y sectores con un diseño diferenciado, fundamentalmente en textil y moda, calzado, joyería y bisutería, mueble y materiales de construcción, cerámica y vidrio, azulejo, piedra natural y productos alimentarios.

Las actuaciones dirigidas a atraer más inversiones japonesas parten de la mejora de la imagen de España como país industrial e identifica cuatro sectores prioritarios: automóvil y sus componentes, química, electrónica de consumo y medio ambiente.

En sentido contrario, y para mejorar la casi inexistente presencia de empresas españolas en Japón, el Icex y su homólogo nipón (Jetro) desarrollarán un programa de colaboración que se centrará en los sectores: auxiliar del automóvil, medio ambiente (nuevas energías), componentes de informática, hábitat y alimentación.

Finalmente, el plan impulsará también la cooperación entre empresas japonesas y españolas en países terceros de Europa, Asia, América Latina y el Norte de África. Cooperación que incluye desde el simple suministro de servicios hasta el establecimiento de joint ventures en sectores como las telecomunicaciones, energía, construcción y banca y seguros.

 

Una relación comercial manifiestamente mejorable

Como reconocen los propios responsables de Comercio en el preámbulo del plan, la presencia de productos y empresas españolas en Japón "es claramente exigua en relación a la magnitud de las dos economías".

Con datos del año 2000, las exportaciones españolas al mercado nipón (nuestro primer cliente en Asia) se elevaron a 201.386 millones de pesetas, sólo el 0,9% del total de nuestras ventas exteriores; mientras que desde la perspectiva japonesa España es únicamente su 38 proveedor mundial.

En este sentido, la comparación con otros países comunitarios como Irlanda, que exporta a Japón más del doble que España, Dinamarca (vende un 40% más) o Italia, que nos cuadruplica, no deja lugar a dudas sobre las posibilidades que existen para mejorar sensiblemente la presencia comercial española, que, además, está fuertemente concentrada en tres capítulos: automóvil, joyería y pescado.

Y si la exportación es pequeña, la inversión de las empresas españolas es simplemente simbólica. Aunque en 1999 se produjo una cierta mejoría, hasta alcanzar los 27405 millones de pesetas, en el ejercicio de 2000 han vuelto a descender a sólo 1.228,4 millones. Entre las escasas firmas españolas presentes en Japón destacan el BBVA y el BSCH en el sector financiero; Adolfo Domínguez y Zara, en la confección textil; Yanko, en calzado: el Grupo Antolín, Dalphimetal y Mayer S. Coop, en auxiliar del automóvil, además de Freixenet, Lladró y la filial de Telefónica, Atento.

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