Gescartera utilizaba el apellido Giménez-Reyna para captar clientes
La red de comerciales de Gescartera utilizaba el nombre de Pilar Giménez-Reyna, presidenta de la agencia y hermana del secretario de Estado de Hacienda, para ganar clientes. Asimismo, fuentes relacionadas con el caso aseguran que la firma captaba dinero para que fuese gestionado fuera de los circuitos oficiales.
Gescartera utilizaba una amplia red de comerciales para captar ahorro. Lo hacía ofreciendo altas rentabilidades y comisiones más bajas que el mercado. En los últimos meses de actividad llegó a vender depósitos a plazo con rentabilidades de hasta el 5,6%, actividad para la que no estaba autorizada. Y, para ganar credibilidad, Gescartera utilizaba el apellido de Pilar Giménez-Reyna, según Manuel Pardos, presidente de la asociación Adicae, que agrupa a 600 afectados por Gescartera personados en el caso como acusación particular.
Además, según confirman fuentes relacionadas con el caso, las sociedades dirigidas por Antonio Camacho (Gescartera Sociedad de Gestión de Carteras y, posteriormente, Gescartera Agencia de Valores) captaban ahorro para gestionarlo fuera de los circuitos oficiales. Este dinero se colocaba a nombre de los propios inversores y no se incluía en las cuentas oficiales ni en las listas de clientes de la agencia. Ello dificultó el descubrimiento del fraude.
Por eso fuentes del mercado comentan que no sería extraño que siguiesen aflorando nuevos afectados. De hecho, la CNMV constató tras su investigación que el patrimonio gestionado por Gescartera ascendía a 13.000 millones, y no a 8.500, como aseguraba la agencia. Ahora, fuentes judiciales hablan ya de un agujero de 16.600 millones. Rodrigo Rato, ministro de Economía, dijo ayer que el agujero "no supera los 18.000 millones". Aun así, será el mayor de la historia de España.
Entre los afectados figuran numerosas organizaciones sin ánimo de lucro, como la Mutual de la Policía Nacional, la de huérfanos de la Guardia Civil, las diócesis de Valladolid y Burgos, y alguna organización no gubernamental.
El dinero, mientras tanto, sigue sin aparecer. Se han filtrado informaciones que hablan de cuentas en el Caribe o en el paraíso fiscal de Delaware (EE UU), pero, como adelantó este diario el 18 de julio, estos datos han formado parte de la estrategia defensiva de Camacho desde el inicio de la investigación. Ahora los acusados han señalado Suiza o Luxemburgo como posibles paraderos. El agujero comenzó a larvarse en 2000. Durante más de un año, y en plena transformación de Gescartera en agencia de valores, la firma remitía a los inversores que habían depositado su dinero estados financieros en los que sólo constaban operaciones ficticias, de compras de valores que no conllevaban desembolso monetario porque el mismo día se vendían las acciones.
Cuando los inversores solicitaban reembolsos de dinero, Gescartera se veía obligada a captar más dinero. Era la clásica pirámide financiera que engorda el agujero hasta que salta el escándalo.
Morey asesora a Zaplana
Por otro lado, ayer causó sensación la noticia de que el cantante Jaime Morey, imputado en el caso por haber desempeñado el cargo de director comercial en la gestora, es asesor del presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana. El Gobierno de esta región se apresuró a explicar que la asesoría no es remunerada y se limita a cuestiones artístico-musicales.
Desde la propia presidencia del político miembro del Partido Popular se justificó la relación por ser Morey "alicantino" y sus conocimientos y buenas relaciones con el sector. La oposición en el Gobierno regional ha reclamado explicaciones a Zaplana sobre la vinculación.
Mientras tanto, el Ministerio de Economía trabaja intensamente en el decreto que regulará el fondo de garantía de inversiones, que será aprobado el próximo viernes, se-gún informó ayer el ministro de Economía, Rodrigo Rato. Este fondo cubrirá, hasta un máximo de 3,3 millones de pesetas, las pérdidas que los inversores sufran por quiebra de agencias de inversión o por agujeros como el de Gescartera y será retroactivo.
"El dinero es como una pierna, o se usa o se pierde"
"El dinero es como una pierna o un brazo, o se usa o se pierde". La cita de Henry Ford que figura en el folleto publicitario de Gescartera parece, ahora que han desaparecido 13.000 millones de pesetas, una broma de mal gusto.
Gescartera no escatimaba medios en aparecer como una entidad solvente y digna de toda confianza. Había abierto oficinas en 11 ciudades españolas. Siempre en lugares céntricos, con locales luminosos, elegantes y cuidados. Nada que pueda hacer pensar en un chiringuito financiero. Pero, según denuncia la asociación de afectados Adicae, estas oficinas no contaban con la autorización de la CNMV.
Asimismo, la agencia había editado, en papel cartulina de gran calidad, folletos en los que figuraban, además de Henry Ford, fotografías y citas de George Bernard Shaw ("el dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa") o John Rockefeller ("A menos que creáis en vosotros mismo, nadie lo hará; éste es el consejo que conduce al éxito").
Esta publicidad cautivó a numerosos ahorradores. El boca a boca, orquestado por un equipo de comerciales que, a su vez, habían invertido en Gescartera, atrajo una amplia base de clientes, casi todos de pequeños ahorradores de avanzada edad, a la firma.
Las organizaciones sin ánimo de lucro afectadas llegaron a invertir en Gescartera, según fuentes relacionadas con el caso, por los contactos personales. Jaime Morey y Pilar Giménez-Reyna trabajaban para la agencia de valores como comerciales.
Camacho posee dos casas "de ensueño", según fuentes judiciales
La juez Teresa Palacios ha decretado el embargo de los bienes de Antonio Camacho, apoderado y mayor accionista de Gescartera, según fuentes jurídicas. Un patrimonio que supera las expectativas incluso en una familia acomodada como los Camacho. Personas cercanas a la investigación han llegado a calificar las dos viviendas embargadas (ambas en Madrid, una en La Moraleja y otra en la calle Almagro) de "mansiones de ensueño".
En el chalé de la Moraleja, que se ha llegado a valorar en "bastante más de 500 millones de pesetas", Antonio Camacho había hecho construir una pequeña piscina dentro del cuarto de baño principal.
Camacho también tenía tres vehículos de lujo, en concreto dos Jaguar y un BMW. Pero no los conducía, pues en el mercado se le conocía por frecuentar los ambientes de moda de Madrid acompañado de su chófer y, en ocasiones, de su guardaespaldas. Asimismo, tenía un nutrido servicio doméstico, que incluía un jardinero propio.
Un tren de vida, en fin, sorprendente para tratarse del apoderado y mayor accionista de una agencia de valores que, en el primer trimestre de 2000, declaró un beneficio de 8.000 euros (1,3 millones de pesetas).
Así las cosas, no extraña que la investigación del patrimonio de Antonio Camacho sea una de las líneas de trabajo abiertas por la juez que lleva el caso Gescartera en la Audiencia Nacional, Teresa Palacios.
En varias ocasiones se ha barajado el desfalco puro y duro como causa de, al menos, parte del agujero de Gescartera. De hecho, si Antonio Camacho permanece en prisión desde que prestó declaración por primera vez, es porque no ha dado a la juez ni una sola pista sobre el paradero del dinero, aparte de comentar que está en paraísos fiscales donde es complicado lograr pruebas documentales de la existencia de los fondos.
Por otra parte, el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, aseguró ayer a la agencia Efe que el ministerio público "investigará si es necesario" la responsabilidad en la que ha incurrido la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el caso.
El PSOE reclamará una investigación sobre la CNMV en el Congreso
El Grupo Socialista solicitará la creación de una comisión de investigación en el Congreso para que los diputados puedan conocer cómo ha actuado la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el caso Gescartera y, por extensión, cuáles han sido los controles que ha establecido para vigilar el buen funcionamiento de las sociedades de Bolsa desde que Pilar Valiente fue nombrada presidenta de la Comisión en octubre del año pasado.
En opinión del diputado socialista Antonio Cuevas, hay "sospechas fundadas" de que la CNMV "se ha convertido en el primer chiringuito financiero del Partido Popular".
Ayer se supo que uno de los imputados en el caso, el cantante Jaime Morey es asesor, con cargo no remunerado, del presidente de la comunidad valenciana Eduardo Zaplana. æpermil;ste justificó el cargo en razón de que Morey es alicantino.
Cuevas considera urgente conocer si en este caso ha existido uso de información privilegiada, teniendo en cuenta la relación que los principales accionistas de la sociedad tienen con el ex vicepresidente de la CNMV Luis Ramallo y con la hermana del hasta ayer secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna.
En opinión de los socialistas, la propia CNMV y el Colegio de Notarios deberían abrir un expediente a Ramallo por haber incumplido las incompatibilidades que establece la ley y que se extienden, al menos, hasta dos años después de haber abandonado el cargo. Ramallo fue vicepresidente de la CNMV entre octubre de 1996 y el mismo mes de 2000. Nada más abandonar sus responsabilidades en este organismo abrió despacho propio de notaría en Madrid.