El Gobierno recorta por segunda vez la previsión de crecimiento
El Gobierno ha reducido dos décimas más, hasta el 3%, su estimación de crecimiento económico para este año, reconociendo el menor vigor de la demanda interna y los efectos de la desaceleraciónen Estados Unidos y Europa. Para 2002 dibuja un escenario macro, en el que se crearán 280.000 nuevos empleos, con un aumento del PIB del 2,9%.
No va más. El entorno de desaceleración en Europa y Estados Unidos está afectando a la economía española mucho más de lo esperado por el Gobierno. El vicepresidente segundo del Ejecutivo, Rodrigo Rato, aprovechó ayer su comparecencia tras el Consejo de Ministros, en la que presentó el cuadro macroeconómico de 2002, para revisar a la baja, por segunda vez en el año, las previsiones realizadas para 2001.
En abril, Rato ya había rebajado del 3,6% (incluido inicialmente en los Presupuestos Generales del Estado) al 3,2% el crecimiento previsto para este año. Ahora, el retoque es de dos décimas, en la misma dirección, hasta el 3%.
Las razones son las mismas que hace cuatro meses, sólo que agravadas. "La desaceleración económica se ha extendido a toda la OCDE, con una intensidad desconocida desde la crisis del petróleo de los años setenta, ya que afecta a Japón, ya en recesión, y a EE UU y Europa, las tres principales economías", reconoció Rato, advirtiendo la posibilidad de que este año el crecimiento mundial se reduzca a la mitad respecto al producido en 2000.
No obstante, el también ministro de Economía no quiso ser alarmista. Rato recalcó que España va a seguir creciendo este año a tasas muy altas, "del entorno del 3%", por encima de la media comunitaria, y "sin que existan síntomas de pérdida de competitividad con la UE". Resaltó, asimismo, un mejor comportamiento del sector exterior, que pasará a tener tasas positivas.
El aspecto negativo vendrá del lado de la demanda interna, cuyo crecimiento se frenará hasta el 2,8% frente al 4,1% registrado en 2000. En él inciden la desaceleración del consumo de las familias (del 4% al 2,5%) y el menor vigor de la inversión.
El Gobierno confía en que la economía tenga fuelle suficiente para generar 324.000 empleos netos, eso sí, con una inflación claramente superior a la esperada. Aunque el objetivo sigue siendo un 2%, el marcado por el BCE, Economía ha revisado al alza (del 3,4% al 3,8%) el deflactor del PIB, indicador que suele variar, varias décimas arriba o abajo, en relación con el IPC. "Creemos que era necesaria una revisión de las previsiones, habida cuenta del efecto sobre nuestra economía de países como Alemania y Francia, que han recortado sensiblemente su estimación de crecimiento al 1,5% y 2,5%, respectivamente", aclaró.
Con respecto a los Presupuestos Generales del Estado para 2002, Rato avanzó un escenario macro, en el que la economía crecerá, según sus previsiones, al 2,9%, una décima menos que este año. El sector exterior y la demanda interna tendrá un comportamiento similar al de los últimos meses de este año. Eso sí, Economía prevé que la composición de la demanda interna varíe. El consumo de los hogares seguirá ralentizándose y se recuperará la inversión de bienes de equipo hasta tasas de crecimiento del 4%. La inversión en construcción seguirá manteniendo ritmos de crecimientos elevados, aunque en clara senda descendente.
El efecto sobre el mercado de trabajo, aunque positivo (creación de, entre 270.000 y 280.000 empleos netos), será de menor calado que este año, unos 50.000 empleos menos generados. Con todo, la tasa de paro sobre la población activa caerá al 11,5%, con un colectivo de parados que "se situará por debajo de los dos millones, por primera vez en 15 años". El equilibrio presupuestario para este año y el superávit del 0,2% del PIB para 2002 están garantizados, en su opinión.
Inversión
Rato recalcó que la economía española será capaz de crecer el próximo año otra vez por encima de la UE y la media de la OCDE, "lejos de las previsiones catastrofistas de recesión que auguraba la oposición". Además destacó que será capaz de mantener un ritmo de inversión pública similar al de este año, "frente a otros socios europeos, que tendrán que recortar sus gastos para hacer frente a sus compromisos presupuestarios con Bruselas". El Gobierno confía en que en el próximo ejercicio la inflación se contenga por debajo del 3%, y los tipos de interés permanezcan estables o incluso varíen a la baja.
Para realizar estas previsiones el Ejecutivo ha supuesto que el crudo cotice en 2002 a una media de 25 dólares el barril, y el euro permanezca en una banda entre 0,88 y 0,89 dólares. Cualquier variación adicional afectará al escenario macroeconómico.