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Gobierno y Banco de España tratan de poner paz en la cúpula del BSCH

El Gobierno y el Banco de España llevan desde el pasado lunes intentando apaciguar la crisis interna por la que vuelve a atravesar el BSCH. Los miembros del BCH en el consejo del banco se muestran partidarios de la mediación del Banco de España y el Gobierno, mientras que preparan una batería de argumentos jurídicos contra las últimas decisiones de Emilio Botín y su equipo.

El Gobierno y el Banco de España intentan poner paz en el conflicto que se ha vuelto a desatar en la cúpula del BSCH y que se ha visto acrecentada tras la salida del director general responsable de comunicación, Luis Abril.

Fuentes del Gobierno reconocieron ayer su preocupación ante el cariz que está tomando la lucha de poder desencadenada entre el equipo del BCH y el del Santander, y que ya ha trascendido al consejo de administración, derivando ayer en especulaciones de toda índole. Incluso se llegó a hablar en algunos círculos de divorcio.

El BSCH es el primer banco de este país, razón que justifica el interés del Gobierno y del Banco de España por que este conflicto finalice lo antes posible, mantienen fuentes de la Administración. Estas mismas fuentes, no obstante, reconocen que el papel del Gobierno es muy limitado en esta lucha, ya que no se está ante un problema de gestión, sino de equilibrios de poder.

Su papel, como el del Banco de España, al que José María Amusátegui, copresidente del BSCH, ha pedido su apelación, sólo puede ser de mediador. Algo que el organismo supervisor podría estar dispuesto a asumir para tranquilizar las distintas posiciones encontradas del consejo del banco. De hecho, ése puede ser el papel del Banco de España, ya que las confrontaciones entre un equipo y otro no han afectado a la marcha del banco, que sigue presentando unos buenos resultados.

Ruptura de pactos

El equipo del BCH, encabezado por Amusátegui, mientras, ya ha iniciado los trámites con diversos abogados para apelar al Banco de España por "imposibilidad de convivencia" entre un equipo y otro, "incumplimiento del pacto de fusión e incumplimiento de los acuerdos adoptados el pasado 26 de junio en el consejo extraordinario del banco", señalan fuentes del BCH. Y reconocen que dichos trámites "se encuentran en un estado muy maduro".

El detonante de esta crisis, que ya no sólo afecta a los presidentes y alta dirección, sino que se ha trasladado al consejo, que ha quedado dividido en dos (los del BCH y los del Santander), fue la destitución de Abril.

Fuentes del BCH mantienen que la primera intervención en contra de Abril en el consejo celebrado el lunes pasado partió de Jaime Botín, vicepresidente del banco, y que contó con el apoyo de su hermano Emilio. Ambos manifestaron que habían perdido la confianza en Abril, por lo que había que destituirle, manifestación que sorprendió al resto del consejo. Amusátegui, consciente de que no contaba con los votos suficientes para retirar esta propuesta y de lo traumático que hubiera sido efectuar una votación, intervino para que ésta no se realizase. Razón por la que el consejo optó por el asentimiento en la propuesta de destitución.

Estos hechos justifican que ayer Ángel Corcóstegui respondiera a un analista que el cese de Abril se tomó por "unanimidad".

Otras fuentes del BCH afirman que tras esta decisión, Rodrigo Echenique (partidario de la vuelta de Ana Patricia Botín a la gestión diaria del banco) justificó esta decisión como "una medida ejemplarizante" para saber a quién se debe obediencia.

Esta situación creó tal malestar entre los miembros del BCH en el consejo que decidieron reunirse para cenar en la casa de Amusátegui. Y fue allí donde acordaron activar todas las armas posibles para terminar con el cada vez mayor poder de la familia y equipo de Botín, afirman fuentes del BCH.

Estas mismas fuentes aseguran que el Santander también prepara su estrategia de contraataque, aunque admiten desconocer qué medidas pueden adoptar.

Mientras, el equipo del Santander prefiere quitar hierro a esta crisis y mantenerse en silencio. Fuentes financieras reconocen, no obstante, el malestar de Emilio Botín por el hecho de que el equipo del BCH recurra sistemáticamente al Gobierno a la mínima desavenencia.

Corcóstegui, mientras, intentó ayer dar mensajes de tranquilidad al mercado. Acudió a presentar la cuenta de resultados del primer semestre del banco acompañado del vicepresidente tercero, Matías Rodríguez Inciarte, Así, ante el interés mostrado por los analistas por la crisis del banco, Corcóstegui afirmó que dormía tranquilo. A pesar de ello, el martes Corcóstegui decidió no acudir al banco y despachar los asuntos desde su casa.

El banco, mientras, anuló ayer todos los actos que tenía previstos para presentar los resultados a la prensa. Además, ha contratado a un gabinete externo de comunicación que apoyará al nuevo director general de este departamento, Juan Manuel Cendoya, hasta el lunes asesor jurídico de Bankinter. Jaime Botín propuso a Cendoya que sustituyera a Luis Abril la pasada semana.

 

La Bolsa castiga sólo la crisis de Argentina

Los buenos resultados presentados ayer por el BSCH no lograron frenar la caída de sus títulos, influenciados por la crisis de Argentina y Brasil, donde el banco tiene una importante participación. La acción del banco cerró a 9,42 euros, con una caída del 3,88%, aunque el BBVA sufrió una mayor repercusión al cerrar a 13,65 euros, un 4,3% menos. La Bolsa bajó un 2,63%.

Los analistas aseguran que los problemas internos del BSCH no han tenido repercusión en la acción del banco, puesto que el mensaje lanzado ayer por el consejero delegado, Ángel Corcóstegui, fue totalmente apaciguador. Y añaden que ha sido la situación de Argentina la que ha provocado esta caída. De hecho señalan que, según sus cálculos, una previsilbe devaluación del peso argentino podría provocar una pérdida para el BSCH de 350 a 500 millones de dólares, es decir, el beneficio bruto del banco allí en dos años.

Para el BBVA, según Pedro Luis Uriarte (que reconoció que no se cumplirá el objetivo de beneficio por acción), estas pérdidas serían de 200 millones de dólares.

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