Azucarera del Guadalfeo cambia la caña de azúcar por la acuicultura
Azucarera del Guadalfeo dejará de producir azúcar de caña en apenas un par de años, al extinguirse el cultivo de este producto. En su lugar, la empresa está instalando una piscifactoría para compensar la pérdida de ingresos del azúcar.
La única fábrica de azúcar de caña de Europa, Azucarera del Guadalfeo, en Salobreña (Granada), apura una de sus últimas campañas. La caña de azúcar es un cultivo en extinción -"le quedan un par de años, como mucho", dice el gerente de la factoría, Joaquín Martín- y, con su exterminio, desaparecerá una industria que floreció en la segunda mitad del siglo XIX, fue languideciendo durante la centuria pasada, perjudicada por los menores costes del azúcar de remolacha, y ha sobrevivido hasta ahora por el sostén de las subvenciones a los agricultores.
En la presente campaña -la caña se recolecta entre marzo y junio-, Azucarera del Guadalfeo producirá unas 8.000 toneladas de azúcar, procedentes de las 80.000 toneladas de caña recogidas entre el litoral granadino y algunas zonas de Málaga. "Las fábricas de azúcar de remolacha producen una media de 100.000 toneladas cada una, somos demasiado pequeños", dice el gerente.
De hecho, el azúcar dejó de ser hace más de un lustro el principal negocio de la empresa. La mayor fuente de ingresos ha pasado a ser el alcohol, obtenido a partir de la melaza, un subproducto de la molturación de la caña. "Nosotros sólo producimos 5.000 toneladas de melaza, por lo que la gran mayoría de materia prima [hasta las 120.000 toneladas que procesan] las importamos de Asia, África o Latinoamérica", explica. Con ello elabora unos 15 millones de litros de alcohol, que exporta en su mayor parte.
La sociedad facturó el año pasado 3.354 millones de pesetas (20,2 millones de euros). De ellos, poco más de 1.000 millones procedieron del azúcar y el resto, de la venta de alcohol. "De hecho, el azúcar lleva ya dos años dando pérdidas, que se compensan con los ingresos del alcohol", indica Martín.
La caña de azúcar ha sido sustituida en los últimos años por cultivos subtropicales, mucho más rentables, y, ahora, de las 650 hectáreas que quedan en la vega del Guadalfeo, en primera línea de playa, "400 se destinarán a hoteles y apartamentos, lo que significará el fin de este cultivo y del azúcar de caña en Europa", asegura.
Acuicultura
Por eso la compañía ya ha empezado a desarrollar otra actividad con la que sustituir sus ingresos azucareros. El agua caliente que utiliza en sus procesos servirá para abastecer una piscifactoría. "Hace dos meses empezamos la fase de preengorde, junto a la fábrica, de doradas, lubinas y lenguados", indica el directivo. "Y a final del verano comenzaremos a instalar jaulas en el mar para continuar la cría. Tendremos 36 jaulas dentro de un año".
La empresa va a invertir en su nuevo negocio unos 450 millones de pesetas (2,7 millones de euros). "Esperamos producir 1.200 toneladas de pescado y facturar unos 1.000 millones de pesetas anuales", calcula. Justo los ingresos que obtiene ahora del azúcar de caña.
De esta forma, la fábrica afrontará el futuro tras dejar atrás un largo pasado. La fábrica fue creada en 1861 con el nombre de Nuestra Señora del Rosario y pasó a llamarse Azucarera del Guadalfeo en 1976, cuando la familia fundadora vendió la factoría a un grupo de agricultores y varios empresarios de la provincia. En el litoral granadino y malagueño llegó a haber hasta 14 azucareras a principios de siglo. Y a primeros de la década de los noventa se quedó en solitario. Ahora se dispone a cambiar azúcar por peces.