Siemens pierde 81.000 millones y amplía sus medidas de ajuste
El grupo industrial alemán Siemens anunció ayer pérdidas netas (sin incluir la participación en Infineon) de 489 millones de euros (81.300 millones de pesetas) en los tres meses entre abril y junio, y anunció nuevas medidas de reestructuración. El jefe de la división de información y redes de comunicación (ICN), Roland Koch, será relevado por otro ejecutivo de la compañía.
Siemens decidió ayer contabilizar de una vez lo mal que van algunos de sus negocios y anunció pérdidas netas por 489 millones de euros, 81.362 millones de pesetas, en el tercer trimestre del ejercicio 2000-2001 (sin incluir Infineon y resultados extraordinarios).
Tan sólo los ingresos por una operación contable -la transferencia de las participaciones en la filial Infineon a los fondos de pensiones de la compañía- por valor de 3.460 millones de euros (575.695 millones de pesetas) permitió enderezar los resultados hasta registrar 1,6 millardos de euros (266.220 millones de pesetas) en beneficios netos.
Las ventas del conjunto del grupo aumentaron un 22%, hasta los 20.300 millones de euros (3,4 billones de pesetas), después de 16.500 millones de euros en el mismo periodo (2,74 billones de pesetas) del año pasado. El presidente de la compañía, Heinrich von Pierer, adelantó que Siemens ya no volverá a obtener los mismos resultados este año que en el ejercicio pasado. Entre 1999 y el 2000, el grupo logró beneficios de 3.380 millones de euros, sin contar los ingresos por la salida a Bolsa de Infineon.
La crisis se ha originado ante todo en los negocios de redes y telefonía móvil, que sumaron pérdidas de 1.100 millones de euros (183.024 millones de pesetas) entre abril y junio.
La compañía ya había puesto en marcha en los últimos meses la reestructuración de ambos negocios, incluido el recorte de 9.700 empleos. Los costes de estas medidas son de 790 millones de euros (131.445 millones de pesetas), según las cifras dadas a conocer ayer. Sin embargo, Heinrich von Pierer adelantó ayer "nuevos ajustes": reducciones de costes adicionales por 800 millones de euros en la división de redes y de 400 millones de euros en la de telefonía móvil.
El programa de austeridad, denominado Operación 2003, no se parará ante ningún "tabú", según el directivo, quien no quiso excluir ventas parciales de algunos negocios de información y redes. Siemens no se refirió ayer a ulteriores recortes de empleo, pero fuentes sindicales de Infineon -compañía cotizada en Bolsa en la que Siemens mantiene la mayoría- alertaron que en esta empresa se podrían perder 5.000 puestos de trabajo, un 15% de la plantilla.
Entre las medidas anunciadas por Von Pierer forma parte también el relevo del jefe de la división de redes, Roland Koch, quien será sustituido por Thomas Ganswindt, hasta ahora a cargo de transportes. Algunos analistas responsabilizan a Koch de no haber previsto a tiempo la importancia de las redes basadas en Internet. También el encargado del negocio de soluciones y servicios industriales, Konrad Pernstich, será relevado.
Von Pierer afirmó que en el negocio de telefonía móvil "ya lo peor ha pasado". La correspondiente división vendió siete millones de teléfonos móviles en el periodo de referencia y Von Pierer se mostró confiado de que la demanda mundial de estos dispositivos en el presente año se estabilice en 40 millones.
En contraste con lo que está sucediendo con los negocios de redes y teléfonos móviles, las divisiones de centrales de energía y técnicas médicas siguieron arrojando beneficios. "La diferenciación en la evolución de nuestras divisiones se ha agudizado en el tercer trimestre", afirmó Von Pierer, quien resaltó que la coyuntura económica mundial se está desacelerando de mes a mes.
Pese a las malas noticias, la compañía -que emplea a 464.000 personas en todo el mundo- se batió bien ayer en Bolsa. Gracias a las medidas de reestructuración anunciadas, las acciones por la tarde subían un 3%.