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Acuerdo para controlar el gasto farmacéutico

Los boticarios y mayoristas del sector farmacéutico han aceptado la propuesta del Ministerio de Sanidad de compensar a los servicios de salud si el gasto en medicinas crece por encima del PIB nominal.

Este es el punto básico del acuerdo alcanzado entre la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, y el Consejo General de Farmacéuticos de España, las oficinas de farmacia y la distribución mayorista; acuerdo que servirá de base para elaborar el Plan de Estabilidad del Sector Farmacéutico, que la ministra quiere llevar en septiembre al Consejo Interterritorial de Salud y al Congreso de los Diputados. La titular de Sanidad también ha logrado consensuar con la Organización Médico Colegial algunos principios deontológicos para el uso racional de los medicamentos.

Los compromisos alcanzados tendrán una vigencia de tres años.

Al día de ayer sólo quedaba llegar a un pacto con la industria farmacéutica, pero de la lectura de los preacuerdos existentes se desprende el intento de la Administración sanitaria de constreñir al máximo el margen de maniobra de los laboratorios, a los que va a resultar difícil decir no a las devoluciones en el caso de que el gasto crezca por encima del PIB nomimal.

La firma de los acuerdos con boticarios y mayoristas antes de que termine el mes de julio también podría precipitar la capitulación de la industria farmacéutica, que se ha negado en todo momento a aceptar el principio de devolución.

El engorroso preacuerdo firmado entre Sanidad y los farmacéuticos dice que "en relación con el objetivo de contención del gasto público en medicamentos" se tomará como referente de evolución del gasto el PIB nominal "modificado por otro u otros factores". Esta coletilla pertenece a la letra pequeña de la negociación. Algunos de los sectores implicados han pedido que se utilice algún otro factor, como puede ser la variación del número de recetas, como referente del gasto, pero esto está aún por decidir.

La fórmula de devolución no se ha precisado todavía, pero en el caso de las farmacias se realizará en forma de compensaciones a través de la modificación anual de los rappel o descuentos que las oficinas tienen que hacer a la Seguridad Social desde que se aprobó en junio del pasado año el decreto de medidas liberalizadoras.

La modificación anual de la tabla de descuentos es otro de los puntos clave del preacuerdo y una de las exigencias básicas de los boticarios. La tabla se actualizará cada año "en función de la evolución del gasto farmacéutico del SNS".

Los farmacéuticos han arrancado a Sanidad otra importante concesión en este capítulo, la exclusión de las especialidades farmacéuticas con un precio de venta de laboratorio igual o superior a las 13.035 pesetas de los rappel. El fin de la medida es evitar las distorsiones fiscales y en la dispensación que su inclusión producía entre boticarios y consumidores, respectivamente.

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